En Países Bajos, la extrema derecha no logra gobierno mayoritario
Wilders, que ganó los comicios en noviembre, necesitaba del partido NSC, que se retiró
Las esperanzas del líder del Partido por la Libertad (PVV), de extrema derecha, Geert Wilders, de formar un gobierno mayoritario en Países Bajos se derrumbaron, cuando un partido clave en las negociaciones de coalición se retiró repentinamente.
El partido Nuevo Contrato Social (NSC), de Pieter Omtzigt, anunció que había “terminado” esta ronda de negociaciones, lo que imposibilita que Wilders, ganador de las elecciones, forme una mayoría de gobierno.
El NSC dijo en una carta a sus miembros que seguiría siendo “constructivo” en las negociaciones, pero parece descartar la posibilidad de sentarse en un gobierno de mayoría con Wilders, por desacuerdos sobre finanzas públicas.
Wilders ganó las elecciones legislativas en noviembre con un programa islamófobo y con la negación del cambio climático. Pero, a diferencia de otros países, el ganador no toma automáticamente las riendas del país.
En el sistema político neerlandés, muy fragmentado, donde ningún partido es lo suficientemente fuerte como para gobernar solo, se necesitan meses de negociaciones.
Wilders ha iniciado contactos con otros tres partidos, pero sin el NSC y sus 20 de los 150 escaños en el Parlamento no tiene posibilidades de formar un gobierno mayoritario. “Increíblemente decepcionante”, escribió Wilders en la red social X. “Países Bajos quiere este gobierno y ahora Pieter Omtzigt está tirando la toalla mientras aún estábamos en conversaciones. No lo entiendo en absoluto”.
Dos de las opciones son que Wilders continúe negociando con el liberal VVD y con BBB para formar un gobierno en minoría o que las negociaciones vuelvan a empezar con una nueva variante de partidos: el bloque de izquierdas que lidera el exvicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, segundo ganador de las elecciones, aunque esta opción también supondrá duras conversaciones porque no tiene una mayoría obvia.
Los neerlandeses están acostumbrados a que las negociaciones para formar gobierno duren mucho tiempo –las últimas tardaron 271 días– y Mark Rutte seguirá siendo Primer Ministro hasta que se alcance un posible acuerdo.