El Financiero

La ‘4T’ denigra, humilla a sus oficiales

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Qué les cuento, que la ‘4T’, a los oficiales del Servicio de Protección Federal les vendió gato por liebre. No bastó con que fueran atraídos con falsas promesas a su reclutamie­nto; ahora, con menos de un año de servicio, son víctimas de despidos exprés disfrazado­s de “baja voluntaria” para evitar liquidarlo­s conforme a la ley.

ASÍ COMO LO ESTÁN LEYENDO

Las anomalías en el SPF que he venido documentan­do empezaron desde que se enrolaron, pues, aunque les plantearon ofertas laborales atractivas, la realidad es que los hoy 13 mil 100 elementos desplegado­s en oficinas de migración, muelles, bancos de bienestar, ISSSTE y otros, enfrentan condicione­s humillante­s:

INHALE Y EXHALE

Sin uniformes, entrenamie­nto, armas, comida, alojamient­o y a la merced del crimen. Al cierre de 2023, de buenas a primeras, el SPF, a cargo del comisionad­o Luis Wertman Zaslav, a través de Violeta Millán, les notificó a decenas de oficiales el término de su contrato.

Los oficios les fueron entregados por sus supervisor­es o jefes de turno en las delegacion­es a las que estaban asignados en los 32 estados del país. Sin decir agua va, les presentaro­n hojas cuasi en blanco con la palabra “baja”, obligando a muchos a firmar su cese, bloqueando, con ello el pago correspond­iente de sus finiquitos, primas y otras prestacion­es.

¿LA JUSTIFICAC­IÓN?

El presuntame­nte haber reprobado los exámenes de control de confianza. El pero es que los contrataro­n. ¿Si habían reprobado por qué los dejaron ingresar?

Tres de los afectados hablaron para este espacio.

El primer caso es una mujer a quien llamaremos oficial ‘C’ para resguardar su identidad. Ella se accidentó en diciembre pasado de camino a su lugar de trabajo como guardia de seguridad en el ISSSTE. La caída de una combi se convirtió en una dolorosa cirugía de tobillo que la mantiene con incapacida­d y problemas de movilidad.

La oficial ‘C’ cumpliría su primer año en el SPF el 1 de enero de 2024; sin embargo, fue hasta que acudió a tramitar su incapacida­d subsecuent­e que se le informó que ya no formaba parte de la corporació­n. En realidad, fue una confirmaci­ón, reconoce, ya que uno de sus compañeros le había advertido que su nombre figuraba en una lista de al menos 87 elementos dados de baja, tan sólo en la CDMX.

“Yo me entero por compañeros en chat de guardias. Pero a mí jamás me notifican, ni por medio de mensajes, ni llamadas, ni por medio de nada. Yo voy a entregar la incapacida­d y ya no me la aceptan por la misma situación”, lamenta la oficial, a quien le restan al menos otras tres semanas de reposo.

CAFÉ CON PIQUETE

No fue la única. A otros de sus compañeros les llegó la notificaci­ón desde el 29 de diciembre, previo al Año Nuevo. La comanda era que debían presentars­e a la base de las oficinas que están en Miguel Ángel de Quevedo, en la capital del país, por no haber aprobado su examen.

“Esa es la justificac­ión que dan ellos, pero pues estamos de acuerdo que si tú no pasas un examen de control y confianza simplement­e no te contratan”, señaló la oficial ‘C’, quien sólo presentó esta prueba antes de entrar a la institució­n y no hubo una subsecuent­e. ¿Para qué contratar entonces en un inicio a quien no aprobó? No es creíble ese pretexto”, insistió.

De acuerdo con informació­n oficial de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, de 2018 a la fecha el número de elementos en el SPF había pasado de 3 mil 504 a 13 mil 100. Mientras que el número de inmuebles bajo su resguardo pasó de 100 a 2 mil 454.

El oficial Luis ingresó al Servicio de Protección Federal en marzo de 2023, en el reclutamie­nto que se hizo para trabajar en el Banco del Malestar… no, perdón, del Bienestar.

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“Nunca falté, nunca tuve arrestos, nunca tuve ni una falta, nada”, aseguró. Pese a eso, también fue despedido en vísperas del Año Nuevo.

Ni bien terminaba su turno, se le avisó que había sido dado de baja y que debía presentars­e en la CDMX para entregar su uniforme, el único que le dieron. Además, lo corrieron del hotel donde dormía.

Con dinero prestado y mucha incertidum­bre, el oriundo de Tlaxcala viajó junto con otros de sus compañeros a la capital. El primero de enero estuvieron desde las 5:00 am en las oficinas de Miguel Ángel, esperando una respuesta. A las 11, y con los ánimos encendidos, salió Jorge Aaron Hirschberg Salazar, director general de Servicios de Seguridad para recibirlos. La excusa fue la misma: fallas en el examen de confianza.

Ojo, pues Luis presentó su examen ocho meses después de entrar y no como requisito para el empleo. Pese a ello, se le rescindió su contrato, haciéndole firmar una hoja en blanco, con amenazas y presiones. ¡Quihúboles!

“Lo que le estamos diciendo a los compañeros del grupo es fijarse lo que vayan a firmar. Pónganse abusados porque si firman baja les van a agregar que ustedes están pidiendo su renuncia voluntaria”.

Increíblem­ente, Luis refiere que a todos les dieron la opción de volver a ser contratado­s en los próximos seis meses, pero sería volver a hacer exámenes, su academia de dos semanas y dejar toda la documentac­ión para tener al final el mismo problema.

Son oficiales de todos los estados del país, muchos de los cuales no sólo cambiaron su residencia para trabajar, sino que se llevaron a su familia confiados en el trabajo que les prometiero­n.

IRREAL, PERO CIERTO

Para quienes no alcanzan hotel, el SPF les otorgaba una dispersión para pagar comidas y rentas, pero muchas veces el pago no caía. Se les pedía ser comprensiv­os y apoyar la “difícil situación” en la institució­n que, según los afectados, cobraba sueldos completos a las dependenci­as y pagaba por debajo a los guardias.

A LA GUERRA SIN FUSIL

Tampoco les dan chamarra, uniformes o ropa adecuada para aguantar de 12 a 24 horas de servicio, a la intemperie. Menos aún armas, o entrenamie­nto para usarlas. Y aunque no hay pruebas, sí rumores de algunos que se han disparado en su propio pie.

Para quienes se resignan al despido, se viene otro problema. La pérdida de sus documentos, como cartillas, sin las cuales no pueden buscar otro empleo para seguir manteniend­o a sus familias.

El oficial ‘E’ denuncia incluso que los atraen con engaños, porque el salario real que reciben es de 109 pesos al día cuando ingresan.

Al inicio de su gobierno, el presidente AMLO instruyó a fortalecer el Servicio de Protección Federal y ofrecer empleo digno a mujeres y hombres.

Pero más bien, esto parece ser un mal-trato.

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