Precampañas en un país de cínicos
Vivimos en un país de cínicos, en donde las autoridades electorales hacen como que vigilan que el proceso electoral se desarrolle conforme a los ordenamientos legales en la materia, no obstante, las flagrantes violaciones de los aspirantes presidenciales del oficialismo, desde que estaban investidos con el mote de ‘corcholatas’, hicieron uso de recursos públicos para realizar actos anticipados de campaña.
La simulación es el pan de cada día, porque el presidente López Obrador no para de inmiscuirse en el proceso electoral con todos esos fuegos de artificio que lanza desde las mañaneras en torno a diversos temas, con lo que busca marcar la agenda nacional en favor del actual régimen.
Así, un día se inventa la reforma a las pensiones o la elección directa de jueces, magistrados y ministros, y otro continúa con la estrategia de dividir a los mexicanos y de sembrar una retahíla de falacias para cubrir el fracaso y la incompetencia gubernamental.
En este lapso de precampañas, en el que solo estaba permitido a los aspirantes dirigirse a la militancia, se hacen todo tipo de spots que se pautan en los tiempos oficiales en donde todo mundo, es decir, la audiencia de los medios electrónicos, puede escuchar esa propaganda soterrada.
Bueno, pues en este lapso podríamos sacar algunas conclusiones evidentes de las precampañas presidenciales:
1. Resultaron una farsa por los argumentos antes expuestos y debido a que todo el andamiaje jurídico en torno a este proceso electoral está rebasado por políticos que acomodan las leyes a su antojo sin que la autoridad electoral los sancione.
El flujo de recursos públicos y de dudosa procedencia para apoyar a la candidata del oficialismo, ha sido más que evidente y de ello han dado cuenta el propio Marcelo Ebrard y en los últimos días la nefasta exdirectora de Notimex, Sanjuana Martínez, quien acusó públicamente sobre la petición de moche para la campaña, sobre los recursos públicos destinados a la liquidación de los trabajadores de la agencia noticiosa del Estado.
2. En la actual reforma electoral se consideró reducir sustancialmente los tiempos de campaña para los candidatos presidenciales, principalmente, ya que en el pasado, en tiempos del priismo hegemónico, estas podrían durar incluso más de un año, con el subsecuente desgaste del interés de la ciudadanía ante las elecciones, causando rechazo, apatía y abstencionismo.
Ahora, en tiempos de la 4T virtualmente se intentó recobrar esa práctica con la invención del término de “las corcholatas” desde hace dos años, práctica que permitió que, con mucha antelación, los suspirantes presidenciales del obradorato