TRANSFORMACIÓN
En La Cañada la comunidad avala las mejoras en la imagen urbana, que han incrementado la seguridad y calidad de vida. Sin embargo, los habitantes han notado un fenómeno de gentrificación, evidenciado por la creciente presencia de personas rentando viviendas y extranjeros.
La transformación urbana ha sido ampliamente aceptada por los habitantes de La Cañada.
“Las calles están más limpias y la seguridad ha mejorado mucho,” señaló Héctor López, un residente de toda la vida. “Sin embargo, también hemos visto que cada vez hay más personas nuevas en la comunidad, lo que está cambiando la dinámica del lugar”.
Entre los cambios los residentes han notado una creciente incomodidad por parte de los nuevos vecinos con respecto a los fuegos artificiales por las celebraciones tradicionales.
Marta Rodríguez, quien ha vivido en La Cañada durante más de cuatro décadas, comentó que “algunos de los nuevos residentes se quejan del ruido de los cohetes
a través de la gentrificación ha generado una mezcla de opiniones
DE LA CAÑADA
durante nuestras festividades. Entendemos que el ruido puede ser molesto, pero estas celebraciones son parte de nuestras tradiciones”.
José Martínez, comerciante local, también expresó su opinión sobre el tema. “Los cohetes y las celebraciones tradicionales son parte de nuestra cultura. Aquellos que eligen mudarse aquí deben entender y aceptar estas costumbres. Para nosotros, son una parte fundamental de nuestra identidad".
La modernización y el desarrollo urbano han elevado los costos de la vivienda en la zona, alterando el perfil socioeconómico de la comunidad. A decir del urbanista Daniel Hiernaux-Nicolas, esta tendencia se ha acentuado en los últimos 10 años, relacionada al crecimiento urbano de la Zona Metropolitana y la llegada de foráneos.