¿Qué sigue para la Educación en México?
Con un amplio
margen se ha definido a la primera presidenta de México, la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, del partido Morena. Seguramente en los próximos meses podremos ir viendo cómo define a su equipo de trabajo y cuáles serán las estrategias a seguir en su plan Nacional de Desarrollo, aunque prácticamente lo más probable es que se base en todo el trabajo realizado por el actual presidente López Obrador. Se espera que, por su perfil académico, la Dra. Sheinbaum de un giro a la estrategia nacional en educación. Por el momento, puede analizarse su plataforma para la presidencia de la República, denominado “100 pasos para la transformación 2024-2030”, la Dra. Sheinbaum en donde se plasman sus principales ideas para el futuro de la educación.
En principio de cuentas, este documento no parte del necesario diagnóstico del escenario educativo postpandémico. De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad, pasamos de tener 8.8 años de escolaridad a 7; los problemas en salud mental ha sido una de las grandes secuelas -no porque no existieran antes, sino porque se exacerbaron- y el abandono escolar incrementó de forma significativa; circunstancias que deberían ser tomadas en cuenta de manera fundamental para desarrollar políticas públicas encaminadas a mejorar el panorama.
La propuesta contenida en “100 pasos…” está dividida por niveles educativos. Para el caso de la educación básica, se propone lograr que todas y todos los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria del sector público cuenten con una beca universal. Se plantea recuperar el horario extendido y ofrecer a las y los estudiantes de primaria alimentación gratuita y un programa de salud preventiva integral. Estas propuestas hablan de generar condiciones propicias para que nadie deje sus estudios a nivel básico. Es importante prever que la asignación de becas universales puede colocar en desventaja a las poblaciones más vulnerables, como a las niñas y mujeres, las comunidades indígenas, las personas que viven con discapacidad y los afrodescendientes. Delinear correctamente la asignación de las becas universales garantizará un piso parejo para todas y todos.
Preocupa un poco que en las líneas de la propuesta volvamos a hallar trazas de la desconfianza institucional que ha caracterizado al sexenio de AMLO. Por ejemplo, cuando se habla de “mejorar la infraestructura y equipamiento de las escuelas públicas”, se plantea otorgar los recursos directos a padres y madres de familia, a pesar de que quien tiene el diagnóstico de lo que se requiere en infraestructura y mantenimiento son precisamente las autoridades educativas. En lugar de esto, podría fortalecerse la figura de la Sociedad de Padres de Familia, si lo que se requiere es un órgano que supervise la correcta aplicación del financiamiento.
Por lo que refiere a Educación Superior, hay que reconocer la propuesta de crear el Sistema Nacional de Becas para Estudiantes de Educación Superior, en donde vuelve a incluirse a las propias IES que habían quedado fuera de este tipo de decisiones, como en el caso de la Ley General de Ciencias, Humanidades y Tecnologías. Sin embargo, el documento presenta un bemol cuando habla de crear nuevas universidades públicas con base “en el modelo educativo de la Universidad Rosario Castellanos de la Ciudad de México”, pues quizá habría que considerar otros modelos educativos con mayor éxito y reconocer la autonomía de las universidades públicas estatales. De igual manera, importante reevaluar la pertinencia del sistema de universidades del Bienestar “Benito Juárez”, sobre todo en relación a los apoyos que se han dejado de recibir por parte de las IES públicas existentes.
de la pasada elección presidencial no sorprendió a nadie, lo que sí llamó la atención dentro y fuera del país fue lo aplastante del resultado. No hubo competencia alguna, el oficialismo arrolló a una oposición desdibujada, de una forma que ni ellos mismos se esperaban.
Xóchitl Gálvez hizo lo que pudo con lo poco que tenía, fue una candidata digna, pero con eso no alcanza para vencer a un presidente que tardó mas de veinte años en llegar al poder y ahora que lo tiene no lo iba a dejar ir bajo ninguna circunstancia.
La oposición en México no existe, es diminuta política e ideológicamente. Los partidos que la representan o están agotados en el mejor de los casos -como el PAN- o realmente aniquilados -como el PRI y el PRD-.
La desaparición de esos partidos y la creación de nuevas fuerzas políticas se vuelve hoy más urgente que nunca. Hay una ciudadanía que ahí está, que representa más de 17 millones de votos, que no es poca cosa, pero que debe organizarse políticamente. La marea rosa es un buen punto de arranque.
Lo de Morena es diferente, no es sólo el triunfo de un partido político, sino la instauración de un nuevo régimen en el poder público mexicano. Es el PRI del siglo XXI y no tengamos dudas que llegaron para quedarse. Aquellas épocas de partido único trajeron algunas cosas positivas para México y por supuesto, muchas negativas. No somos un país que haya crecido en democracia desde nuestros orígenes, desde la época prehispánica, pasando a la colonial y a la independiente ya teníamos la
Otro apartado del documento de la Dra. Sheinbaum que debe armonizarse con la Ley General de Educación Superior es el tema de la gratuidad, ya que reiteramos que la gratuidad es obligación del Estado y no debe, por ningún motivo, trasladarse la responsabilidad a las IES públicas.
Entre los objetivos planteados al 2023 por “100 pasos…” se encuentra el incrementar la tasa de absorción promedio de las IES públicas del 51% al 75%, meta importante siempre y cuando se revisen los presupuestos que el Gobierno Federal destina actualmente a las universidades públicas derivado de que son estas figura de un gran gobernante, entre tlatoanis, virreyes, emperadores y presidentes.
A finales de los años noventa hubo un intento muy serio por convertirnos en un país democrático, pero nunca llegó a consolidarse. Hoy con Morena volvemos a ese presidencialismo que nos caracterizó en el pasado. El mexicano necesita un gobierno proveedor y un gran jefe -en este caso jefa- a quien abrazarse.
Claudia Sheinbaum será la primera mujer presidenta de México, nadie le puede discutir su legitimidad ganada en las urnas, ni tampoco que recibirá un país en llamas, violento, dividido y empobrecido. El reto será mayúsculo, deberá continuar con lo que hizo bien su antecesor como los programas sociales y el aumento al salario mínimo y solucionar lo que fue incapaz de hacer como pacificar al país y modernizarlo.
Enhorabuena para Claudia Sheinbaum y su equipo que la rodea, hay que desearles lo mejor porque así a los mexicanos nos irá bien. Somos un país con un enorme potencial, pero con gobiernos y políticos que no han estado a la altura. Esperemos que ella lo esté, los ciudadanos le dieron un cheque en blanco, le tuvieron una fe ciega que no debe defraudar, porque esto ya no se trata de Morena, se trata de México. Al tiempo. quienes atienden el mayor porcentaje de estudiantes en las diferentes entidades federativas.
En esta coyuntura de la política en México, es necesario que se mantenga abierto el diálogo y la escucha entre los tomadores de decisiones y las instituciones educativas, a fin de incidir positivamente en las acciones y estrategias que apliquen los nuevos gobiernos y las nuevas legislaturas. Solo trabajando de manera conjunta podremos cumplir con los objetivos planteados para el bienestar social y el fortalecimiento de la educación de nuestro país.
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