Diario de Queretaro

"Sí, acepto"... un gran teatro

En 2017 Jessica Zermeño abrió su foro, pero seis años antes dio el primer paso como directora y dramaturga de sus propias historias: "Sigue siendo muy significat­ivo para mí que está historia haya sido mi primera obra y que la reacción del público siga sie

- DONNA OLIVEROS

Cada año, La Mirruña Teatro se convierte en una gran boda donde el público son los invitados, y entre ellos alguien se convierte en la madrina, en el novio de la infancia, la prima que "no sale ni en rifa" y por supuesto, la novia, que en el escenario improvisa un scketch en lo que llega su prometido... ¿llegará?

La puesta en escena se titula Sí, acepto, y no solo es un de las favoritas entre los más asiduos al teatro en la capital, también lo es para Jessica Zermeño, ya que fue con este proyecto que la actriz decidió convertirs­e en dramaturga y directora de sus propias historias.

Así que Sí, acepto, es el matrimonio ficticio de la artista consigo misma y sus sueños teatrales. La obra es un monólogo en el que la autora recupera sus propias experienci­as en torno a este tema, en el que cuestiona muchas ideas y creencias sobre el matrimonio como aspiración máxima entre las mujeres.

Febrero es el mes en que sí o sí Jessica cuelga en su cartelera esta comedia, aunque también lo hace en otros momentos del año, y los más curioso es que no solo asisten parejas, sino principalm­ente grupos de amigas que, entre risas y codazos una a otra, confirman que el monólogo se sigue manteniend­o vigente en las anécdotas personales.

Para conocer más sobre Sí, acepto, nos acercamos a Jessica Zermeño al final de la función, y nos habló del comienzo de esta historia de amor que aún no termina.

Esta obra cumple 13 años, ¿cierto? Fue el primer monólogo con el que tú iniciaste esta nueva faceta...

Sí, fue la primera obra que escribí y que protagoniz­é, fue un gran reto porque además fue la primera vez que yo me dirigí a mí misma (...) Traté de buscar a un director que lo hiciera, pero Chito y Coka–colegas del Teatrito La Carcajada– me dijeron que para qué lo hacía si yo lo había escrito y conocía a la perfección lo que yo quería ver en escena sobre esta historia, (...) lo que yo quería era hacer algo con mi cuerpo, con mi voz y que no se necesitara más que dos bancos y una actriz.

¿Cómo te fue con el debut de la obra?

La verdad lo hice con muy pocas expectativ­as, Coca y Chito me dieron un fin de semana en su teatro y don Paco Rabell, que en paz descanse, me regaló el primer vestido novia. El vestido se los había donado una novia que se había quedado plantada en su boda, y se los había dado para una Tencha –de la obra Se casó Tacho con Tencha la del ocho–, era un vestido muy muy pequeñito y nunca lo habían podido usar (...) Entonces el proyecto se inició como muy pocas expectativ­as, con muy pocos recursos y de hacer solo tres funciones. A partir de esas funciones, me dieron oportunida­d de quedarme los jueves durante seis meses porque ese fin de semana se llenó el teatro como no se había visto antes; era un día inusual para el teatro.

Después de tantos años llevando a escena este proyecto, ¿cómo te sientes ahora?

Sigue siendo muy significat­ivo para mí que está historia haya sido mi primera obra y que la reacción del público siga siendo la misma. No le hemos ni cambiado las canciones que suenan, son canciones muy viejas (risas), la obra se estrenó en 2011, ¡son de hace 13 años! Lo que sí ha cambia es la improvisac­ión y todo lo que pasa en cada función.

Y la gente es bien honesta cuando los interepela­s desde el escenrio...

Y me encanta y me encanta que no se lo piensen, porque también por eso nos divertimos.

Sabemos que Sí, acepto se compone también de experienci­as tuyas, ¿cómo fue que lo ideaste?

Es una obra biográfica, así que todo lo que pasa en la obra son escenas de mi vida (...) Siempre soñé con casarme y fui la última en hacerlo de varias primas. Así que cuando escribí la historia fue porque realmente me planteé: ¿Y qué tal que nunca me caso? Tal vez yo puedo hacer una obra de una novia porque es lo que quiero hacer y me voy a vestir de novia.

Al final, de lo que habla realmente la obra es de cumplir tus propias expectativ­as más allá de las sociales; porque yo misma me di cuenta de que mi deseo de casarme no era tan mío en realidad.

PARA CONOCER la cartelra del foro, ver enl: https://www.teatrolami­rruna.com/, donde también puedes aquirir tus boletos.

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