Nearshoring para el sector agroalimentario
Poco se ha hablado de nearshoring (deslocalización cercana) aplicado a los sectores agroalimentario y agroindustrial. De unos meses a la fecha es común escuchar este concepto relacionado con la industria automotriz y electrónica; sin embargo, también para el sector primario se contempla una gran proyección.
Lo primero es entender que nearshoring significa trasladar la fabricación a un país cercano o transferir procesos de fabricación a una ubicación geográfica inmediata, en la que la empresa puede beneficiarse de la cercanía, el horario, la cultura, el idioma, la economía, la política o la historia.
De tal suerte que aprovechar las ventajas comparativas y geográficas son objetivos fundamentales de lo que hoy llamamos nearshoring; para el caso de los sectores agroalimentario y agroindustrial tiene que ver con la práctica de establecer y trasladar operaciones agrícolas y de procesamiento de alimentos de empresas extranjeras a México o bien de empresas mexicanas a regiones cercanas al país o región destino.
Recientemente el titular de la SADER, Víctor Villalobos Arámbula, resaltó que el nearshoring representa una oportunidad para impulsar el desarrollo, empleo y competitividad del sector agroalimentario del país.
Declaración relacionada con la destacada participación que tienen estados como Querétaro, Sinaloa, Jalisco, Sonora, Michoacán, Guanajuato y Coahuila como principales productores de hortalizas en la región.
De tal suerte que, uno de los sectores con mayor potencial para el nearshoring puede ser la industria de la agricultura, principalmente en regiones del norte y bajío por poseer competitividad global en agroindustria y agricultura protegida.
En síntesis, el nearshoring agroalimentario en México ha generado empleo y ha impulsado el desarrollo económico en diversas regiones del país, especialmente en las áreas rurales. Las empresas mexicanas pueden expandir su presencia en el mercado internacional y acceder a tecnologías y conocimientos especializados.
El nearshoring representa una oportunidad para impulsar el desarrollo, empleo y competitividad del sector agroalimentario.