Ofrece Acuña quitar ‘etiquetas’ a policías Ve a Celaya como en terapia intensiva
Querer un Celaya seguro y el enojo hacia el gobierno actual son las principales razones por las que Jorge Acuña Dávalos, candidato por el Partido del Trabajo (PT), decidió participar en la contienda por la alcaldía de Celaya.
“Como cualquier ciudadano tengo ese sentir de enojo por un gobierno que está fallido aquí en Celaya por parte de Javier Mendoza; me enoja como a miles de celayenses que aún así quiera continuar en el gobierno, eso hace pensar de una manera muy fácil de que hay otro tipo de intereses que no son los del celayense, por los cuales se quiere aferrar al gobierno”, afirmó el petista.
P ¿Por qué quiere ser presidente municipal?
R Porque en la última ocasión que estuve al frente de un área de administración pública fue la Policía municipal y en esa ocasión llegué a un tope en el que hubo personas que ya no me permitieron continuar trabajando, porque me queda muy claro que prevalecieron intereses económicos y de poder dentro del gobierno, así que el siguiente paso es la presidencia municipal en donde podamos destrabar ese tipo de intereses.
P ¿Mantendría en la corporación policiaca a los expolicías federales?
R Lo que vamos a hacer en la policía municipal es quitar etiquetas, policías federales, municipales, porque eso daña la estructura de la institución propiamente, no importa el origen de la persona, lo que importa es que cumpla la expectativa del ciudadano, que cumpla con los resultados.
P ¿Tres años serán suficientes para poner en marcha estas propuestas?
R Tres años son suficientes y lo digo por la experiencia que he tenido en la administración pública en la que he tenido periodos completos para algunos problemas si, corregirlos. Tres años deben de ser suficientes para establecer una ruta de cómo lo queremos lograr.
P En caso de no ganar ¿le gustaría sumarse al proyecto del candidato ganador?
R La colaboración como ciudadano siempre la va a tener cualquier persona que llegue a la administración, pero una participación directa no es algo que yo esté buscando. convicción y la necesidad de no dejar la ciudad en manos de quienes, dijo, la han gobernado estos últimos años es la principal razón por la que Luis Guillermo Ortiz Alva, candidato por Movimiento Ciudadano (MC), ha decidido ser nuevamente candidato a la presidencia municipal de Celaya.
En 2015, Ortiz, participó como candidato a diputado local del Distrito XV por Movimiento Ciudadano, pero no fue hasta 2021, cuando se postuló como candidato a presidente municipal de Celaya.
P ¿Por qué quiere ser presidente municipal?
R Porque espero dejar un legado y una huella en mi ciudad, en la historia de mi país como el presidente que logró cambiar la realidad de 600 mil personas, cambiar el estatus de una ciudad sumamente violenta por la de una ciudad que pueda hablar de paz, de esperanza, de oportunidades.
P ¿Podría hablarnos de sus propuestas en general?
R Sería una reingeniería total y a profundidad de la administración pública municipal, la compactación de la carga administrativa, los cuatro centros integrales de gobierno, es decir, dividir en cuatro polos la ciudad y en cada uno de esos polos tener un centro de gobierno; la Policía interdisciplinaria, ciudadana y metropolitana y la Policía comercial y tianguista.
Propongo también cuatro parques que hay que desarrollar alrededor de la ciudad con las cuatro plantas tratadoras de agua y la reforestación con más de 40 mil árboles en nuestro trienio.
P ¿Tres años serán suficientes?
R No, el proyecto que yo encabezo y que yo estoy poniendo en la mesa es un proyecto a mediano y a largo plazo, quien te diga que la renovación de una administración municipal puede ser únicamente en tres años te está mintiendo porque es un proceso; se van a dar grandes avances y se van a dar grandes cambios en estos primeros tres años de gobierno, sí, pero queda mucho trabajo por delante y hay muchas cosas que hacer.
Yo veo a Celaya literalmente como un paciente que está en terapia intensiva entonces hay que primero estabilizarlo y sacarlo adelante para poder pensar en la mejoría y estarlo dando de alta.