La medalla es del deportista
que se organiza en nuestro país para ellos.
Hasta el último corte, por Guanajuato se habían calificado a esta etapa nacional un total de 927 deportistas, siendo de estos casi 400 del municipio de León. Todos ellos con el ímpetu de superar lo hecho en 2023, año en el que nuestro estado se ubicó en el quinto sitio del medallero.
Así, llegó el tiempo para demostrar que la preparación generará los resultados deseados.
Dentro de lo que podemos llamar el ecosistema deportivo en el que está inmerso un deportista, reconocemos la labor de madres y padres de familia, quienes con su involucramiento propician en los jóvenes la motivación necesaria para realizar y mantenerse en su quehacer deportivo.
También, en este entorno ubicamos a quienes realizan la gestión deportiva, que puede ser un club privado o una entidad gubernamental. En el caso de los Nacionales CONADE, son las comisiones municipales y estatales las que allanan los caminos para que el deportista se abra paso en las distintas fases y competencias.
Un punto importante en este ecosistema son los entrenadores. Ellos, con su dedicación, conocimiento y noble oficio, llevan de la mano a los jóvenes para perfeccionar su técnica y escalar peldaños. Son los entrenadores quienes también impulsan al deportista en los triunfos y los levantan en los tropiezos.
Y en el centro de todo esto se erige el deportista, que a final de cuentas expone su sacrificio por delante para esforzarse cada día, el que con disciplina logra superarse a sí mismo y el que asume con orgullo la victoria y con dignidad la derrota.
Es el deportista el que, con su decisión de tener una vida dedicada al cuidado de su salud física y bienestar mental, se convierte en un referente y ejemplo a seguir para muchos, sean chicos o grandes.
Es él quien gana y el único al que se le debe colgar la medalla.
Los Nacionales CONADE están en marcha, por lo que reitero mis deseos de éxito a todos los jóvenes leoneses y guanajuatenses que se encuentran ya en competencia.