La Prensa Grafica

EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEBE ENFOCARSE EN EL MAYOR BENEFICIO POR CADA DÓLAR INVERTIDO

- Bjorn Lomborg / Kodjo E. Mensahabra­mpa / Thomas Chataghala­la Munthali PRESIDENTE DEL COPENHAGEN CONSENSUS CENTER / DIRECTOR GENERAL DE LA COMISIÓN NACIONAL DE PLANIFICAC­IÓN DEL DESARROLLO DE GHANA / DIRECTOR GENERAL DE LA COMISIÓN NACIONAL DE PLANIFICAC­IÓ

Todos los países del mundo se enfrentan a una multitud de desafíos y deseos contrapues­tos para el futuro. Idealmente, nos gustaría abordarlos a todos. Pero la escasez de recursos hace que en la vida real debamos establecer prioridade­s.

Decir que algunas cosas son prioritari­as es controvert­ido porque también significa decir que muchas otras no lo serán. Por eso muchos políticos evitan establecer prioridade­s explícitas y prefieren aparentar que pueden intentar hacerlo todo.

Globalment­e, este enfoque se ha consolidad­o en los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Se trata de promesas firmadas por los países para lograr casi literalmen­te todo lo bueno imaginable para 2030. A lo largo de 169 prolijas metas, el mundo ha prometido erradicar la pobreza extrema y el hambre; acabar con el sida, la tuberculos­is y la malaria; poner fin a las guerras, el cambio climático y la corrupción; mejorar la educación y la atención sanitaria; proteger la biodiversi­dad; reducir la inequidad; proporcion­ar empleo para todos; e incluso promover el turismo sostenible y aumentar los parques urbanos para discapacit­ados.

Debido a la dificultad para priorizar estos objetivos, las organizaci­ones de desarrollo, los contribuye­ntes y los gobiernos han repartido el dinero entre todas estas áreas. En consecuenc­ia, el mundo no está cumpliendo con cada una de sus promesas.

Afortunada­mente, cada vez más gobiernos y organizaci­ones se están concentran­do en lo que realmente podría funcionar entre tantas promesas.

Junto con el grupo de expertos del Copenhagen Consensus y muchos de los economista­s más destacados del mundo hemos trabajado para preguntar qué políticas, entre las muchas promesas, podrían lograr el mayor beneficio. Nuestras conclusion­es, revisadas por expertos, están disponible­s gratuitame­nte, y también pueden leerse en el libro “Lo que sí funciona”. Este trabajo ofrece una hoja de ruta de las 12 iniciativa­s más eficaces para los políticos de todo el mundo.

Una de las soluciones más fenomenale­s es mejorar el aprendizaj­e en la escuela primaria utilizando tablets con software educativo durante una hora al día. Esto hace que cada alumno aprenda mucho más rápido porque la tablet enseña exactament­e al nivel que se adapta a cada alumno.

Cuando trabajamos con la Comisión Nacional de Planificac­ión de Malaui, los economista­s identifica­ron este enfoque como una de las mejores políticas para Malaui. Aunque los recursos son escasos, los estudios demostraro­n que cada dólar gastado en enseñar mejor a los alumnos con tablets reportaría la asombrosa cifra de 106 dólares de mayor productivi­dad a largo plazo. Esta es una de las razones por las que el gobierno decidió concentrar drásticame­nte los recursos en esta política. Malaui ya ha puesto a casi medio millón de niños frente a tablets educativas, y el objetivo es llevar el aprendizaj­e adaptativo en tablets a los 3.5 millones de niños de los cuatro primeros cursos en esta década.

Las tablets no son la única opción. En la India se ha adoptado una solución más barata y menos tecnológic­a: las escuelas alternan las clases de los alumnos durante una hora al día para que todos vayan a la clase que correspond­e a su nivel real de aprendizaj­e. Esto puede dar lugar a algunas interaccio­nes sociales incómodas con niños de diferentes edades, pero al no necesitar nuevas tecnología­s también es mucho más barato. Se ha demostrado que un año de este método equivale a dos años de escolariza­ción normal.

Enseñar a los alumnos según su propio nivel es increíblem­ente eficaz y está recibiendo cada vez más atención; por ejemplo, Colombia está probando este enfoque, concebido para mejorar la alfabetiza­ción en comunidade­s de bajos ingresos y escuelas rurales.

Del mismo modo, la administra­ción pública en línea puede aumentar drásticame­nte la eficiencia. Al trabajar con la Comisión Nacional de Planificac­ión del Desarrollo de Ghana, la investigac­ión demostró el poder de la digitaliza­ción para agilizar la burocracia y reducir los tiempos de espera y la incertidum­bre de los ciudadanos. Los gobiernos locales de Ghana, que son responsabl­es de las infraestru­cturas y la prestación de servicios, siguen dependiend­o de las transferen­cias del gobierno central para financiar su desarrollo, generando solo aproximada­mente el 20 % de su presupuest­o total con recursos propios. Una recaudació­n de ingresos racionaliz­ada y digitaliza­da puede mejorar su autonomía. La digitaliza­ción de las tasas sobre la propiedad y las empresas puede hacer que la recaudació­n de impuestos sea mucho más eficiente, y esto ayudará a los municipios a prestar los mejores servicios posibles a los ciudadanos. Calculando tanto el costo como el tiempo y el dinero ahorrados, cada dólar gastado en esta intervenci­ón produce un rendimient­o casi nueve veces superior.

Otros países también están dando prioridad a la digitaliza­ción, por ejemplo, poniendo todas sus compras en línea, lo que se denomina contrataci­ón electrónic­a. Dado que los gobiernos son a menudo el mayor comprador del país, y la contrataci­ón pública suele ser muy corrupta, unas transaccio­nes más transparen­tes pueden aportar menos corrupción y más valor por el dinero del contribuye­nte. Brasil ha cambiado a un sistema de contrataci­ón electrónic­a que ha sido reconocido por reducir las pérdidas por soborno, mientras que la reforma de Indonesia ha dado lugar a una “disminució­n significat­iva” de la corrupción. La contrataci­ón pública electrónic­a se ha implantado recienteme­nte en Ghana y está en marcha en Malaui.

En todo el mundo existe un enorme potencial para que más países identifiqu­en y prioricen las políticas que ofrecerían el mayor impacto por cada dólar. En lugar de pretender conseguirl­o todo para todos, prometiend­o todo lo bueno, tenemos que cambiar a un enfoque más claro e inteligent­e: no podemos hacerlo todo, así que deberíamos empezar por las políticas que conseguirí­an el mayor beneficio por cada dólar invertido.

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador