Las “velas mágicas” de Patricia Minero
COMO UNA APUESTA NATURAL, ECOLÓGICA Y SOSTENIBLE, ESTA SALVADOREÑA HA LOGRADO INNOVAR EN LA ELABORACIÓN DE VELAS DE CERA DE SOJA CON SU EMPRENDIMIENTO “VELAS MÁGICAS”.
El arte de hacer velas es cada vez más popular y se ha convertido en una de las tendencias de decoración por excelencia.
Fenómenos como el estilo “aesthetic” también ha llegado a influir en la elaboración de velas esculturales y de diseño que parecen verdaderas obras de arte.
En El Salvador existen emprendedores que se dedican a elaborarlas y han encontrado un mercado en auge.
Patricia Minero es una mujer salvadoreña que supo reinventarse ante la adversidad. Su pasión por las velas hizo que en 2021 se aventurara a emprender, dispuesta a materializar su sueño.
Su camino inició como un proceso “mágico” y “terapéutico” ante problemas que atravesaba y supusieron un reto para ella. Un proceso que además le dio la satisfacción de hacer lo que le gustaba.
“Ese amor por las velas, y la magia que provocó en mí, hizo que yo aprendiera”, describe.
En un viaje de vacaciones a Estados Unidos, Minero tuvo la oportunidad de asistir a una de las empresas más grandes en la elaboración de vela aromática, donde pudo conocer de cerca los procesos.
Contrario a lo que mucha gente piensa, hacer velas es más que derretir cera y ponerle aroma, asegura la emprendedora. “Uno tiene que aprender a formular y combinar ceras, a modo de sacar un producto de la mejor calidad posible”, describe.
Esta experiencia le permitió traer esos conocimientos al país y trasladarlos a su emprendimiento que se caracteriza por la elaboración de velas de cera de soja. Es así como creó su marca “Velas mágicas”.
Su primera vela fue la de la abundancia, recuerda Minero, un “producto exclusivo que nadie estaba haciendo acá”, asegura, y que se caracteriza por llevar naranja, canela y especias e ir vaciada en una estopa de coco.
“Eso fue un boom. Velas mágicas se dio a conocer con esa vela”, destaca.
Luego se dieron cuenta que tenían que diversificarse, “en el sentido de que no todo el tiempo la gente compra velas decorativas”, explica, por lo que comenzaron a elaborar
“El arte de hacer velas no es solo el hecho de derretir la cera, vaciarla y ponerle aroma. Uno tiene que aprender a formular y combinar ceras”
Patricia Minero
velas de recuerdo, desde bautizos y primeras comuniones hasta bodas y novenarios. “Empezamos a sacar diseños para cada ocasión”, afirma.
“Nos fuimos dando a conocer y nuestras velas han llegado hasta Alemania, España, Italia, Estados Unidos”, revela.
No obstante, hubo retos que la desafiaron al principio como el encontrar los insumos apropiados. “La calidad del producto final depende de la calidad del insumo, del aroma, de la cera”, enfatiza.
De acuerdo con Minero, “Velas mágicas” se considera pionera en el país en elaborar velas 100 % cera de soja, que tiene un costo más alto en comparación con la de parafina, pero una calidad superior.
Entre las ventajas que aporta el uso de la cera de soja es que esta es natural y ecológica, mientras que la parafina es derivada del petróleo y emana gases tóxicos, explica la emprendedora.
Aparte, la cera de soja tiene también la capacidad de retener el aroma por más tiempo, el cual debe ser óleo soluble y termorresistente.
Al ser maestra de profesión, uno de sus proyectos era crear una academia e impartir clases para enseñar el arte de hacer velas de diferentes tipos y formar a personas que quieren emprender o buscan tener un pasatiempo.
A sus 52 años, Patricia Minero desea seguir desarrollando su marca y su misión siempre será llevar un toque de “magia” a través de sus velas.