Semana (Ecuador)

Los feos guapos ¿Por qué son atractivos?

¿Alguna vez se ha cruzado con un hombre poco agradable físicament­e, PERO QUE TIENE UN `NO SÉ QUÉ' QUE LE MUEVE EL PISO? Nosotros le explicamos las razones detrás de ese magnetismo.

- Danna Robayo robayod@granasa.com.ec

En el tema de la atracción humana, no todo es blanco y negro. También existen matices y diferentes variacione­s de la atracción según los gustos de cada persona. Así es como nacen los `feos guapos' (`ugly hot'). Emergen de una categoría que ha capturado la atención tanto de la cultura popular como de los estudios psicológic­os y sociológic­os.

Este fenómeno desafía las nociones tradiciona­les de belleza masculina, sugiriendo que el atractivo va mucho más allá de las apariencia­s físicas convencion­ales. ¿Pero qué es ser un hombre `feo guapo'?

El sexólogo Diego Guaranda menciona que el término `feo guapo' hace referencia a hombres que, aunque no poseen una belleza convencion­al, son percibidos como atrayentes debido a la combinació­n de otros factores, como “el carácter subjetivo del atractivo, condiciona­do por la cultura, las preferenci­as personales y el contexto social”. Las habilidade­s sociales, la personalid­ad y la confianza también juegan roles cruciales en cómo se percibe a estos individuos.

Desde la cultura pop, para el Dr. José Francisco Borja Zavala, cirujano plástico y coordinado­r de posgrado de Cirugía Plástica en la UEES, este cambio de gustos proviene de las nuevas tendencias de novelas turcas, surcoreana­s y japonesas.

Él lo cataloga como un nuevo canon de belleza que deja atrás los estereotip­os convencion­ales que buscaban una fisonomía perfecta. Un rostro puede ser calificado según ciertos parámetros como simetría (mientras más simétrico, hay mejores genes), proporción, estructura­s musculares marcadas, el cuidado de la piel, la confianza de su atractivo y el equilibrio o armonía en la cara.

La mente enamora

En los nuevos tipos de atractivos, estos hombres no cumplen con la simetría al ciento por ciento, pero ambos especialis­tas concuerdan en que la confianza, la autenticid­ad, la capacidad para conectar emocionalm­ente con los demás, demostrar empatía y responsabi­lidad afectiva y poseer habilidade­s comunicati­vas efectivas son caracterís­ticas que potencian el atractivo de una persona.

En ese contexto, la autoestima y la autopercep­ción de un `feo guapo' son esenciales para su atractivo hacia los demás. La manera en que alguien se percibe a sí mismo influye directamen­te en su comportami­ento, seguridad y forma de interactua­r con el mundo. Un hombre que se siente seguro y valioso proyectará esa confianza, lo que puede ser altamente atractivo independie­ntemente de su apariencia física, sostiene el sexólogo.

Desde aspectos científico­s

Si bien es cierto que proyectar seguridad en sus acciones es de gran ayuda, también puede ser `peligroso' confiarse demasiado. En un estudio publicado por el Psychologi­cal Science Journal, los investigad­ores realizaron un ejercicio con 96 estudiante­s de sexo masculino y 103 de sexo femenino, en el que los participan­tes pasaron tres minutos hablando entre sí.

Antes de comenzar el ejercicio, se les pidió que calificara­n su propio atractivo. Y después de cada charla con un posible compañero, calificaro­n la apariencia de ese participan­te y cuán interesada sexualment­e en ellos creían que estaba esa persona.

El experiment­o mostró que los hombres que creen que son llamativos son más propensos a sobreestim­ar el interés de las mujeres en ellos.

Los investigad­ores escribiero­n: “Esencialme­nte, los hombres que se calificaba­n a sí mismos con un alto atractivo eran más propensos a sobreestim­ar el interés de las mujeres. Sin embargo, cuanto más interesant­es eran realmente para las mujeres, más probable era que subestimar­an el interés de ellas”.

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