¡SENDERO de problemas!
Una fuga de aguas servidas, robos, alarmas que no funcionan son las razones para que los moradores de San Blas pidan fiscalización de la obra.
Esta semana una pareja de jóvenes fue asaltada en las escalinatas de la calle Antepara, en San Blas, norte de Quito. Precisamente donde hace un par de meses el Municipio de Quito entregó un ‘sendero seguro’.
Juan Carlos Rojas, presidente del barrio, cuenta a EXTRA que cuando intentaron accionar la alarma comunitaria no funcionó y los ladrones huyeron con las pertenencias. “Eso no puede pasar en una zona turística”, reclama.
Este asalto deja en evidencia que el malestar de los vecinos tiene fundamento. “Acá hay asaltos a los transeúntes. Eso no ha parado. Lo único que hicieron es pintar la calle”, dice Viviana Encarnación, moradora de la zona.
Rojas relata que la cámara ubicada en la esquina de las calles José Antepara y Pedro Fermín Cevallos no está operativa. “En el resto de la calle tampoco hay cámaras municipales, solo las que han puesto los vecinos”, asegura.
LAS FUGAS DE AGUA
Cuando el equipo de EXTRA llegó al sitio, una cuadrilla de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (Epmaps) hacía un agujero en la calzada para revisar la fuga de aguas servidas. “Estuvo por semanas así, los moradores tuvimos que soportar los olores fétidos. Acá hay panaderías y restaurantes, así nadie venía”, recalca Rojas.
La intervención llegó luego de la insistencia del barrio, según el dirigente.
Unos 40 metros más arriba se puede ver un hueco de unos dos metros en la vía. “Esa fue otra fuga, pero de agua potable que logramos que arreglen, pero quedó incompleto el trabajo”, dice Patricio Figueroa, otro morador.
Su casa fue afectada por otra fuga, pues se quedó sin el servicio por varios días. “También arreglaron, pero el pavimento quedó hundido y seguirá hundiéndose”, explica.
EL COLOR DURÓ POCO
El 5 de junio se entregó la obra. En esos días hubo polémica por el color con el que pintaron las calles, sobre todo la Caldas.
Felipe Escudero, el autor, dijo que el color naranja daba paz y vitalidad. Eso no sucedió con los vecinos, pues siguen pidiendo seguridad.
Tampoco duró mucho, si bien el anaranjado era muy brillante, con el paso de los vehículos, el sol y las lluvias se ven espacios manchados y sucios. “Ya no se ve bien la pintura, más bien da mal aspecto”, reclama Encarnación.
Rojas reiteró que una de las molestias también ha sido que la intervención no fue socializada con los moradores. “Nos avisaron cuando ya estaban pintando. Solo tomaron algunas fotos de gente firmando”, sentenció.
Por estos motivos, el dirigente confirmó que en los próximos días solicitarán formalmente la fiscalización de la obra.
DATO
Esta obra se ejecutó con una inversión de 355.865 dólares y previó beneficios a 2.000 usuarios.
Así opinan
VIVIANA ENCARNACIÓN vecina
' Solo pintaron la calle, los problemas no fueron solucionados. Aquí siguen registrándose robos a los transeúntes”.
JUAN CARLOS ROJAS Presidente de San Blas
on varias las cosas que no están bien con esta obra. Por eso hemos decidido pedir una fiscalización”.