¡RESISTE, VIVI!
Fue diagnosticada con un tumor de 10 centímetros en la pelvis y busca la ayuda de una fundación para ser operada y evitar que le queden secuelas.
Su drama, viralizado en las redes sociales, fue como un golpe conmovedor. “Hola, soy Vivi... y tengo cáncer”. Así empieza el video en el que Viviana Ávila ‘congeló’ el corazón de los ecuatorianos al quitarse una peluca con la que cubría su cabeza sin cabello, debido al tratamiento de radioterapia que recibe por un tumor en la pelvis.
Y continúa: “Esto se pudo haber detectado hace ocho meses, si no fuera por la negligencia de los servidores del IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social)”.
Actualmente, el cáncer de Viviana está en etapa 4 y en el hospital de Solca (Sociedad de Lucha Contra el Cáncer) la han desahuciado (declarar incurable a una persona enferma).
“Mis ganas de vivir son mucho más, así que busqué alternativas que me puedan brindar alguna solución”, cuenta. Ha enviado la biopsia de su tumor a Florida, EE. UU., donde, asegura en el video, desarrollarán un medicamento para lograr que se reduzca su tamaño y luego acceder a una operación.
ASÍ EMPEZÓ SU CALVARIO
Viviana, cuencana de 32 años, disfrutó de una niñez tranquila y alegre. “Era una niña feliz y siempre me encantaba ir a la escuela, participando en todos los eventos”, recuerda. Sin embargo, su adolescencia se vio marcada por dificultades familiares relacionadas con problemas de salud.
Durante esa etapa, practicaba atletismo en el colegio, pero enfrentaba un dolor persistente en la zona lumbar que eventualmente la obligó a abandonar el ejercicio y recurrir a la fisioterapia. A pesar de los tratamientos, el dolor persistía.
Antes de la pandemia, en 2019, llevaba una vida muy activa físicamente, sin prestar atención a las molestias que ahora la aquejan. Fue en agosto de 2023 cuando el dolor se intensificó, llevándola a buscar ayuda médica.
Sin embargo, su primer contacto con el médico general del IESS en noviembre del mismo año no resultó en un diagnóstico preciso. El traumatólogo inicialmente descartó preocupaciones mayores, lo que retrasó aún más el diagnóstico.
“Los ejercicios me hacían llorar y el dolor se irradiaba en mi pierna izquierda.
Comía de pie porque me dolía mucho. Cuando me acostaba, el IESS no hizo lo que correspondía”.
A medida que el dolor persistía y se extendía a su pierna izquierda, Viviana insistía en radiografías que fueron ignoradas, lo que la llevó a una situación donde la enfermedad avanzó hasta la etapa 4. Actualmente solo recibe radioterapia para controlar el dolor.
Ahora, Vivi busca la ayuda de una fundación internacional que asuma la delicada intervención del tumor y así evitar que queden secuelas, ya que, según dice, dicha operación no se realiza en nuestro país.
✓ EL DATO
Viviana tiene condrosarcoma de grado uno, un tipo de cáncer que se desarrolla en los cartílagos de los huesos.
5 AÑOS
Lleva Viviana con este dolor.