¡‘Vacuna’ con VIAGRA!
La hija del afectado recibió mensajes en los que le exigían 7 mil dólares para que no mataran a su padre. Al final, no se comprobó el delito.
Una compleja trama de engaño, dinero y amenazas ha surgido durante la investigación de un caso de extorsión en Quito. En esta historia que parece sacada de una telenovela, las víctimas fueron un hombre y su hija, y la novia del afectado fue detenida durante la investigación.
Durante la audiencia realizada el 4 de julio en la Unidad de Flagrancia de la avenida Patria, centro-norte de Quito, las autoridades le concedieron la libertad a la sospechosa. Pero la decisión se dio, no sin antes escuchar lo que había sucedido.
Todo comenzó en México, donde reside Juana (nombre protegido), quien empezó a recibir mensajes extorsivos el 3 de julio, desde el celular de Pedro, su papá. Le indicaron que tenían secuestrado a su progenitor (ver infografía).
EL HALLAZGO
En su desesperación, Juana le pidió a una prima que fuera a buscar a su papá a la casa. Y así lo hizo. El hombre vive en un conjunto habitacional y la allegada ingresó con la ayuda de los guardias de seguridad.
Cuando entraron al domicilio, vieron a Pedro un poco aturdido y desorientado. Junto a él estaba María, quien adujo ser la novia del supuesto secuestrado, pero fue detenida.
María se defendió diciendo a las autoridades que tenía seis años de relación con Pedro. “A él lo vengo a visitar tres veces por semana, a veces dos, por mi trabajo”, les detalló.
Para que le creyeran, les aseguró que él conoce toda su vida y que sabe perfectamente que ella tiene cinco hijos. Les contó que el fin de semana se fueron de paseo a Mindo, noroccidente de Pichincha, y que el miércoles, antes del problema, ambos fueron a ver el partido entre Colombia y Brasil (3 de julio) en un centro comercial de Cumbayá, oriente de Quito.
SU SALVACIÓN
“Cuando regresamos (a la casa de Pedro), comimos y luego abrimos una botella de tequila”, añadió María en la audiencia por extorsión. El hombre aprovechó para ‘pegarse’ dos pastillas de Viagra.
María agregó que lo único extraño ese día fue que se apagó el teléfono de su pareja. En ese momento, les confesó que Pedro recibía llamadas extorsivas porque es dueño de buses.
“Le he notado preocupado. Además, yo no sabía que tenía otra pareja”, aseveró María, revelando un aparente engaño de su pareja. Al final de la audiencia, ella no fue acusada: no se comprobó desde qué teléfono recibió los mensajes la hija de Pedro, y el caso fue cerrado por falta de pruebas.
INFORMACIÓN
En la audiencia no se presentó un informe que determine la experticia realizada en el teléfono celular de la víctima.