¡A lo MICHAEL JACKSON!
La construcción de 12 pisos provoca temor a los transeúntes, pues tiene una inclinación exagerada en su estructura.
Víctor está apenado ante la idea de que su chifa preferido, el Hai Jing, ubicado en la avenida 9 de Octubre, entre José Mascote y Esmeraldas, tenga que cerrar ante un daño en la estructura del edificio Fantasía, construcción contigua al restaurante.
“Pese al temor que se genera, entré a almorzar igual, pero sí me dejó pensando que tal vez haya algún temblor o el movimiento generado por el paso de los vehículos haga colapsar el edificio totalmente”, dice algo tenso.
La preocupación de Víctor no es en vano, ya que el inmueble de 12 pisos presenta un hundimiento de unos 20 centímetros en su planta baja. “Desde el edificio Induauto (en Quito entre 9 de Octubre y Primero de Mayo) se puede observar que el Fantasía tiene inclinación en su fachada; es decir, está hacia adelante”, comenta Andrés Cedeño a EXTRA.
Andrés, abogado de profesión, labora en el noveno piso de la construcción ubicada en la avenida Quito, y cuenta que hace una semana, asomados en la ventana con varios compañeros, notaron la anomalía. “Le tomamos fotos e hicimos un tiktok para enviar al Municipio”, relata. Sin embargo, no hubo reacción alguna.
“Caminando por aquí me doy cuenta de que es más grave de lo que parece. Yo iba a esquivarlo y cruzarme a la acera paralela”, asegura el hombre.
HASTA NOVIEMBRE HUBO GENTE
Sin ser un experto, entre las alternativas para enmendar la desviación, dice “si es que se puede lograr”, sería apuntalar el volado de la edificación. “Si nota, es el único que no tiene pilares. Incluso, los vecinos, que tienen solo dos pisos, construyeron pilotes que los sostengan”, detalla.
Pero el arquitecto Brick Reyes, catedrático universitario, refiere que la solución que plantea Andrés no sería viable debido a la gran inclinación que presenta.
Otro de los usuales visitantes de la zona, William López, también expresa su temor. “Es un riesgo pasar por aquí. Me parece acertado que se haya bloqueado el paso e instalado sellos de suspensión de obra, pero no debe quedarse solo en eso. Los ciudadanos que están cerca podrían buscar opciones para no correr ningún riesgo”, expresa.
Entre esos ciudadanos de los alrededores que se ‘muerden’ las uñas de temor están Diana y sus familiares, quienes administran el chifa ‘vecino’ del Fantasía. Ella, en representación de sus allegados, admite que sus vidas corren peligro, ya que hace tres semanas se suscitó un incidente con esa construcción.
“El señor que cuida los carros aquí afuera nos contó que parte de la estructura, algo pequeño, había caído desde los pisos de arriba y casi golpea a una señora que caminaba por aquí”, relata.
Y, a pesar de las continuas quejas, ninguna autoridad se ha comunicado con los vecinos del edificio para advertir sobre los riesgos o consultar alguna novedad.
Actualmente, el Fantasía se encuentra completamente deshabitado, pero no era así hasta el mes de noviembre. Juan, colaborador de una panadería que ahora se ubica en la calle Esmeraldas y 9 de Octubre, dice a EXTRA que el negocio fue el último en desalojar la vivienda, pero por pedido del Municipio.
“Ya habíamos sido avisados, pero no salimos a tiempo y un día, casi cerrando, llegaron las autoridades y clausuraron. Rápidamente tuvimos que buscar otro local. Pero no éramos los únicos allí: una chica, que solo llegaba a dormir, residía en el piso de arriba, pero ya se fue también”, comenta.
Sobre las medidas correctivas, Brick explica que la única opción es una demolición controlada, que debe ser llevada a cabo por especialistas para que ningún ciudadano, vivienda o local aledaño se vea afectado. “No se puede esperar más tiempo, incluso la calle debe ser cerrada para evitar algo grave”, finaliza.
Se puede desplomar en cualquier momento. No hay que quedarse sin hacer nada”.
WILLIAM LÓPEZ
ciudadano
Creo que deben apuntalarlo o hacer algo. Sería una catástrofe si se llega a caer. Ya iba a desviarme”.
ANDRÉS CEDEÑO
ciudadano