De padre a socio: la aventura empresarial de Víctor y Román
La visión compartida de Víctor Espinal y su hijo Román les permitió levantar el lugar ecoturístico La Chivería
En el corazón de un exuberante paisaje natural, Víctor Espinal y su hijo Román han construido un sueño que trasciende generaciones: se trata de un negocio que celebra la belleza de la naturaleza y la rica gastronomía sureña, un local denominado La Chivería. Este es un espacio que también honra la unión familiar con el trabajo de sus otros hijos, Laura, Cristina y Ernesto.
Padre e hijo han trabajado codo a codo para transformar ese terreno familiar, que adquirió Víctor hace más de 50 años, en una marca país.
Víctor empezó con la crianza de chivos, luego añadió la producción de tilapias, oficio en el que ha tenido el soporte de Román. Hasta que llegó la pandemia, época que los impulsó a cambiar la forma de hacer negocios y pensar en la creación de una cocina que acogiera a las familias, la cual poco a poco se fue ampliando con una diversidad de platos y parrillas, y el chivo terminó por ser el plato estrella, expresó Román a elCaribe.
Entre la fuerza y la serenidad
La fuerza de Víctor y la serenidad de su hijo Román contribuyó al equilibrio que impulsó aun más a La Chivería hacia el
éxito. Esta complicidad entre Víctor y su hijo se ha forjado a lo largo de los años, basada en la confianza mutua, el respeto y los valores inculcados desde la infancia. Gracias a esta unión, han logrado llevar a La Chivería, ubicada en Yaguate, San Cristóbal, con casi tres años en el mercado, a posicionarse como marca país, y demostrar que el trabajo en equipo y la unión familiar son fundamentales para alcanzar grandes logros en el mundo de los negocios.
Pura chispa y dinamismo
En la comunidad, a Víctor lo describen como un alma que da vida, una característica que tuvimos la oportunidad de experimentar en nuestra visita a este paradisíaco lugar. La atmósfera vibrante que él crea se siente en cada rincón, desde el cuidado dedicado a su familia hasta la atención al cliente que brinda con una sonrisa contagiosa.
Liderazgo
Los empresarios se destacan no solo por su liderazgo en el ámbito de los negocios, sino también por su firme compromiso con el desarrollo de la comunidad de Yaguate, así lo expresaron padre e hijo en una amena conversación. Conscientes de la importancia de contribuir al bienestar social y económico de su entorno, ambos han impulsado diversas iniciativas que buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes.
La visita nos dejó con una grata impresión acerca del trabajo en equipo y de la pasión que ambos demuestran por lo que hacen.
Padre e hijo en una alianza estratégica
“Él ha sido el alma de La Chivería. Hemos formado una alianza estratégica, porque él tiene un alma de niño. Yo soy un poco más tímido, y mi papá es extrovertido; baila, él es el alma de la fiesta”, dijo Román.
Lo define primero como su amigo y, luego como su papá. “Me llevo muy bien con él en todos los negocios que hemos emprendido juntos. En este nos hemos
convertido en el mayor empleador de Yaguate, San Cristóbal, con un total de 112 empleados”, destacó Román.
Al conversar con Víctor de cómo se siente al trabajar con todos sus hijos: Laura, Ernesto, Cristina y Román, explicó que: “ellos saben que esto es como su fondo de pensiones y que tienen que cuidar.
“Entonces, esto es algo que le da un valor agregado, cuando tus hijos, cuando tu familia están tan conscientes del trabajo en equipo es gratificante”, puntualizó Víctor.
Añadió que trabajan con perseverancia y con fe, que es donde también está el éxito.
Lo que más ha aprendido de su papá
Según Román, su papá también es la luz de sus hijos y lo que más ha aprendido de él, es la perseverancia y la puntualidad.
Añadió: “Nos enseñó a ser honestos, a trabajar de manera honesta y a no esperar que todo va a caer del cielo”.
Mientras que Laura, otra de sus hijas, destacó: “Este trabajo es como un juguetito con el que se divierte”. No piensa tanto en la monetización sino en el trabajo en equipo que realiza junto a su familia.
Lo que más ha aprendido de su padre también es la preserverancia y la disciplina. “Es una persona que dice no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, es puntual y responsable con sus cosas y con los negocios”, puntualizó Laura.