“Para mí un cuento siempre es un problema por resolver”
lace. Sin embargo, con el tiempo he identificado otras formas de hacerla parte.
Siento que leer en vivo tiene mucho de espectáculo. Pensar en la impresión inmediata, el uso de nuestra voz y cuerpo, identificar el texto adecuado para el contexto es una tarea, la queramos aceptar o no. Aunque estoy en el camino de sacar mayor provecho a esos espacios, reconozco la importancia de hacer nuestra parte para generar conexiones con la gente que solo te escucha.
lSiento que a nivel local se van articulando mejores relaciones entre todos los actores de ese ecosistema: escritores y lectores, editoriales e imprentas, agentes literarios, espacios de encuentro y difusión de nuestro trabajo, entre otros aspectos. Hace uunos días en el chat del taller hablábamos acerca de la importancia de pensar en la calidad de nuestro “producto” con miras a exportarlo. Hay muchos retos, pero seguimos explorando desde la resiliencia y el interés de conquistar más almas para la literatura.
lEste libro representa el cierre de un capítulo de mi trayectoria literaria. Hormigas en la pared reúne un conjunto de relatos breves con protagonistas que enfrentan conflictos en torno al amor y a la memoria. En uno, por ejemplo un hombre que se enamora de una chica justo antes del encierro por la pandemia y se enfrenta a la imposibilidad de comunicarse con ella. En otro una mujer que se está quedando ciega, pero hace hasta el último esfuerzo por recuperar el único objeto que conserva del amor de su vida. En los cuentos trato de evidenciar esas técnicas narrativas que he ido aprendiendo, pero también hay algunos que son puro juego como “Mime eme”, el que cierra el libro.
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