Renuncia al buen fútbol
los que ganan normalmente juegan bien, entendiendo por jugar bien atacar y defender bien; además, agregando una dosis de estética y alegría al juego. los ejemplos son muchos, pero entre los más recientes, la selección que jugó el mejor fútbol en la eurocopa fue españa ganando el título y en la Copa América, los mejores Argentina y Colombia, salieron campeón y subcampeón.
Hace mucho tiempo que en Costa rica renunciamos a ese fútbol. lo hemos cambiado por aquel de darle el balón al rival y defendernos y defendernos. Celebramos resultados aislados, pero con un sabor agridulce, resultados sin tener la pelota, sin hacer una sucesión de pases en la ofensiva y sin remates hacia el marco rival. nos hemos acostumbrado a no ser protagonistas con el esférico y hasta con los rivales del área les cedemos la iniciativa y nos dedicamos a defender, y casi nada de ofensiva. durante épocas pasadas recuerdo los años sesentas y setentas cuando no teníamos televisión ni internet y no podíamos ver el fútbol de otros lados; nuestros futbolistas aprovechaban aquellas jornadas contra equipos europeos y, especialmente, argentinos y brasileños, para jugarles de tú a tú, y para tratar, en juegos posteriores, de imitar su creatividad, talento y buen fútbol. Tanto así, que nuestro balompié era alegre, de tómela y démela, de gambetas. es más, llegaron a decirnos que nos parecíamos a los brasileños y a los argentinos. revisemos, cuánto tiempo ha pasado sin que escuchemos aquello que nos endulzaba “son los brasileños de Centroamérica”. durante la reciente Copa América, en tres partidos Costa rica realizó dos remates directos a portería. eso, aunque generó dos muy buenos resultados es muy poco y muy pobre en producción ofensiva. no solo no atacamos si no que casi no lo intentamos.