Agresión familiar
desconcierta y preocupa la creciente oleada de agresión en niños y adolescentes, dentro y fuera de las aulas de nuestro país. nos preguntamos ¿cómo se ha llegado a esto? ¿Qué le pasó a Costa rica? ¿Por qué nuestros niños están desorientados en valores y reglas de vida? desde el punto de vista psicológico del desarrollo, debemos empezar por asumir que es en el hogar donde se aprende de convivencia, comunicación, amor y respeto. estos aspectos pueden ser positivos para llegar a ser una persona adaptada socialmente, o, todo lo contrario. la familia puede ser un lugar de protección y seguridad o, tristemente, a veces son una cárcel emocional, donde la crueldad y los abusos son lo que reciben los niños, para luego reproducir lo mismo en su entorno, normalizando la violencia, previamente aprendida en su primera infancia. expertos en el tema consideran que la principal causa de la violencia en nuestra cultura juvenil se debe a la falta de contención, límites, e indiferencia en la familia. sin duda, la familia juega un papel determinante en el desarrollo de la violencia escolar, porque es ahí donde se originan los conflictos, por tanto, si se pretende trabajar en pro de la prevención de la violencia escolar es necesario hacer partícipe no sólo a los niños sino también a los padres de familia.
Ya que muchos padres, madres o tutores de menores esperan que sean sus maestros quienes les enseñen límites y orden para sus hijos. sin embargo, muchas veces cuando las autoridades escolares, intentan corregir se molestan con la institución educativa, llevando al traste la posibilidad de inculcar sanamente a los niños la diferencia entre el bien y el mal, sobre todo indicarles las consecuencias legales que como adolescentes enfrentarían en caso de requerirlo.
Por eso, o cambian las familias hacia la paz, y se trabaja en conjunto, o seguimos con un país más violento.