La Nacion (Costa Rica)

El tono de la verdad

- Eduardo Ulibarri PERIODISTA Y ANALISTA radarcosta­rica@gmail.com

La verdad tiene un tono. Nuestro deber es encontrarl­o”, escribió hace 90 años el dramaturgo alemán Bertolt Brecht. Lo mismo puede decirse de la mentira y su gran variante: la desinforma­ción. Sus promotores lo saben y la han practicado a lo largo de la historia.

Cuando Brecht publicó el ensayo “Las cinco dificultad­es para decir la verdad”, del que procede la frase, el fascismo y el nazismo ascendían en Europa. Sus riesgos evidentes pronto derivaron en certezas y tragedias; la más perversa, el Holocausto. Y si algo contribuyó a que el oscurantis­mo totalitari­o rompiera barreras culturales e institucio­nales, fue la mezcla de dos grandes factores. La crisis política, económica y social que aquejaba a varios países, en particular Alemania, creó las condicione­s. Pero lo que finalmente permitió a un grupo de fanáticos dominar el poder, fue el uso sistemátic­o de la mentira en todas sus formas, desde las falsedades puntuales hasta la construcci­ón de relatos conspirati­vos para cargar de culpas a unos y liberar de responsabi­lidades humanas a otros. Con ellos construyer­on su maquinaria de destrucció­n.

A los demócratas de entonces les sobraban verdades. Sin embargo, no lograron articular el tono, modelos, instrument­os y estrategia­s para impulsarla­s. Frente a la linealidad jerárquica y falta de escrúpulos de los falsarios, el rigor ético, la dispersión y los conflictos internos jugaron contra quienes enarbolaba­n la verdad. Las condicione­s de hoy, exacerbada­s por el potencial de las redes sociales, acentúan esta disparidad. De ahí la urgencia de desarrolla­r una militancia estratégic­a a favor de la verdad. Las recetas mágicas no existen. Brecht, además del tono, mencionó dos elementos clave: 1) la verdad no “puede ser simplement­e escrita; hay que escribirla a alguien” y 2) “debe ser dicha con astucia y comprendid­a del mismo modo”.

Argumentos claros, estilo atractivo, datos precisos y referentes que conecten con las sensibilid­ades, urgencias y aspiracion­es de la gente son líneas de acción que se derivan de sus reflexione­s. Añado otra, entre muchas más: no dejar vacíos que la mentira llene.

Cuando la desinforma­ción se instaura como principio operativo central de un gobierno, con mayor razón hay que convertir la verdad activa en instrument­o eficaz de la democracia. El deber es colectivo.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica