Familia pierde a hija de 16 años por balacera de sicarios en barrio de Limón
Yenedith Adelay Bastos Bonilla, de 16 años, su familia y el novio de ella, disfrutaban de un juego de mesa en el corredor de su casa, antenoche, en barrio Limoncito de Limón, cuando una balacera de tres sicarios que perseguían a tres sujetos acabó con la vida de la colegiala que soñaba con superarse, estudiar y trabajar en el extranjero.
“Había balas y sangre por todos lados. Dispararon a lo loco,” relató Yorleni Bonilla Fernández, tía de la adolescente. En el sitio también falleció uno de los perseguidos, un hombre de apellido Howard, de 28 años.
En el atentado, aparte de los dos muertos, otras cinco personas resultaron heridas. Se trata del padrastro, la hermana y el novio de la muchacha, quien es menor de edad y de nacionalidad española.
Este joven resultó impactado por una bala que entró y salió por una de las piernas; el padrastro también recibió otro tiro en una pierna y la hermana tuvo un roce de bala en la frente. Los dos sujetos que corrían junto a Howard, de apellidos López y González, también resultaron lesionados.
Bastos se destacaba por su entusiasmo por el estudio y su deseo de tener una carrera. Cursaba el bachillerato internacional en el Liceo de Limón Mario Bourne y tenía pasión por los idiomas, contó su tía.
“Esto puede pasar en cualquier lugar. Es la realidad. Lamentablemente, era una persona inocente, y ocurrió en su propia casa. Ahora ni siquiera en casa se puede estar tranquilo y seguro. Es difícil y cuesta aceptarlo, es muy duro,” expresó Bonilla sobre el ataque, ocurrido a las 10:45 p. m.
Ella narró que su sobrina era esforzada, amable, con sentido del humor y creatividad. “Era muy dulce. Solo con verla caía bien. Quería superarse, soñaba con una profesión y su bienestar, pero desgraciadamente no pudo, porque los delincuentes no se lo permitieron”, dijo.
Además, añadió que era una fiel seguidora de Dios y participaba activamente en grupos juveniles religiosos. Según la tía, su hermana le comentó que antes de que se diera el ataque, la familia dedicó unas palabras a Yenedith y a su novio para motivarlos a alcanzar sus metas y planes futuros.