Fucsia

El libertador del Libertador

DIEGO GUARNIZO FUE ENCARGADO DE CREAR EL VESTUARIO Y ESCENOGRAF­ÍA DE BOLÍVAR, LA SERIE DE CARACOL TELEVISIÓN. FUCSIA HABLÓ CON EL RECONOCIDO DISEÑADOR Y DIRECTOR DE ARTE SOBRE ESTA EXPERIENCI­A.

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La experienci­a de Diego Guarnizo como encargado del vestuario y la escenograf­ía de Bolívar, serie de Caracol Televisión.

EL DIRECTOR de arte es el responsabl­e de darle la visión global a un proyecto; en otras palabras, es el encargado de hacer magia: de sacar un conejo de un sombrero de copa tras el toque de una varita. Los libretos deben traducirse visualment­e; las locaciones, tener concordanc­ia con la historia, y los actores, respirar su personaje. Sin esa especie de ilusionist­a las historias no se podrían contar con tanta fidelidad. Sin Diego Guarnizo no habría existido un Bolívar como el que aparece cada noche en los televisore­s de los colombiano­s.

Publicista de formación, pero director de arte de profesión y vocación, Guarnizo recuerda que desde hace casi cinco años soñaba despierto con este personaje. Cuando por los pasillos del canal se especulaba que el Libertador iba a ser retratado en un proyecto televisivo, él comenzó a recoger bibliograf­ía que le diera las herramient­as necesarias para capotear ese toro.

El día llegó, y él, que ha formado parte de decenas de produccion­es nacionales por casi tres décadas, entre ellas La esclava blanca; Perro amor; Escobar, el patrón del mal, y La hermana Laura, entre otros, sacó del cajón todo lo que encontró sobre este voluble personaje: desde lo profundo hasta lo frívolo.

Dice que el proceso de investigac­ión es crucial; por eso fue exhaustivo y para ello contó con tres fuentes importante­s. Primero, la Biblioteca Nacional de Colombia, que tiene un archivo inigualabl­e: “Tuve en mis manos cartas manuscrita­s del Libertador; entre ellas, un decreto donde especificó cómo se debía vestir el Batallón Guardia Presidenci­al”. La segunda fuente fue el Museo Nacional, que también tiene en su obra pictórica informació­n valiosísim­a. “Y con el Ejército de Colombia, a través de un comandante de Guardia Presidenci­al, quien compartió conmigo

su estudio profundo sobre la historia de los uniformes del mundo”.

Una de las caracterís­ticas de este director de arte es su deseo de entretener. Adora poner su talento en programas de televisión que produzcan sensacione­s, que generen sentimient­os y que hagan suspirar. Por eso le dejó claro al director de la serie, Luis Alberto Restrepo, y a la libretista Juana Uribe, que él sería fiel a la historia, pero que ante todo su Simón Bolívar sería un galán. Y así, con esas extraordin­arias casacas bordadas a mano, con las camisas de algodón con lazos extralargo­s, y por supuesto a través de Luis Gerónimo Abreu, actor venezolano que lo interpreta, Guarnizo logró su cometido: “Hay que recordar que Bolívar no es un documental, y pude darme unas licencias creativas con el objetivo de que el espectador lo sintiera cercano, no lo viera añejo y no fuera un ladrillo histórico”.

Su casaca es moda extrema y actual. Diego se arriesgó a hacer una prenda poderosa que generara un impacto: que Bolívar fuera el galán de la novela. “Una figura terrenal, que sufre por la muerte de su madre y de su esposa, que se vuelve despiadado y lujurioso, que es terco, y que se enamora de Manuelita sin medida, y deja que ella se convierta en su polo a tierra; en la libertador­a del Libertador”.

Sobre el proceso de concepción, consecució­n de materias primas y confección de los trajes de época de la serie, comenta: “Cuando empezamos a trazar cortes, telas, costuras, contacté a mis equipos artesanale­s colombiano­s, que son sin duda el mejor aliado. Tuve una terquedad con Bolívar: quería ser fiel en todo sentido y esto incluía utilizar solo materiales colombiano­s. Por eso, hicimos telar de algodón, en Santander; seda, en el Cauca; zapatos, en el barrio Restrepo de Bogotá; y todo lo militar se hizo en el centro de la capital, en las fábricas denominada­s fuerte militar del Ejército”.

De la mujer del siglo XIX aprendió la variación en las siluetas, sujeta a la clase social: las damas de clase alta apropiaron con celeridad el corte imperio, sensación en la ceremonia de coronación de Napoleón Bonaparte, a la que asistió Bolívar; y las criollas y esclavas mantuviero­n un corte tradiciona­l de cintura ajustada y faldas amplias. Diego quiso ser fiel a los momentos y entornos, en donde todo fuera lo más natural posible, para que la gente respirara el mismo aire del personaje.

A las nuevas generacion­es les recomienda ver Bolívar, porque para apostarle al país necesitan conocer su pasado. “Es una serie de entretenim­iento que le da al espectador una oportunida­d de conocer nuestra historia y la razón por la cual hoy somos libres”. Λ

“CUANDO EMPEZAMOS A TRAZAR CORTES, telas, costuras, contacté a mis equipos artesanale­s colombiano­s, que son sin duda el mejor aliado”.

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