Diplomacia populista con Israel que no traerá la paz
EL ANUNCIO DEL ROMPIMIENTO DE relaciones con Israel, en medio del discurso del 1.° de mayo, deja la sensación de que se trata más de un acto de populismo, de satisfacer a los seguidores del presidente de la República, que de estrategia internacional. Si el objetivo es presionar por el cese al fuego, se trata de una medida ineficaz que solo aísla a Colombia. Si la intención es tomar un liderazgo en América Latina sobre el tema, es poco apropiado hacer declaraciones unilaterales y esperar que el resto de Estados sigan el ejemplo. Al hacerlo, paradójicamente, el presidente Gustavo Petro repite el mismo error de Iván Duque al romper en su momento relaciones con Venezuela, y muestra desconocimiento y desprecio por las posibilidades diplomáticas. También deja de presente el doble rasero de este Gobierno: silencioso con ciertas dictaduras, ambivalente en cuanto a Hamás e impulsivo contra todo un pueblo.
Tenemos que ser claros: la respuesta del Gobierno israelí al ataque terrorista de octubre ha sido criminal. En ningún modo se puede entender como racional y ponderada una ofensiva que ha dejado más de 30.000 palestinos muertos. Benjamin Netanyahu y sus subalternos deben responder ante su pueblo y ante la humanidad entera. La Corte Penal Internacional (CPI) está llamada a intervenir, como se ha rumorado que lo hará. Sería un golpe de autoridad del régimen internacional de justicia el demostrar que su objetivo, el de evitar genocidios y crímenes atroces, implica la persecución hasta de sus miembros más poderosos. De eso no hay duda.
Ahora, una cosa es Benjamin Netanyahu y otra muy distinta el pueblo de Israel. Romper relaciones diplomáticas con un país es el mayor acto de protesta que existe porque implica tirar por la borda cualquier posibilidad de acercamiento. Había otras opciones, como mantener el retiro del embajador, organizar un bloque latinoamericano unido en la ONU y seguir elevando protestas y presionando junto con el resto de Occidente por un cese al fuego. Todas esas opciones se tiran por la borda con el actuar unilateral del presidente. No protege a los
“De poco sirve el rompimiento de relaciones con Israel para frenar el conflicto, pero sí saca a Colombia de cualquier posibilidad de diálogo”.