El Espectador

La inflación y el estancamie­nto en el modelo económico

- EDUARDO SARMIENTO

Durante varios años sostuve que el modelo económico solo se podía conciliar con una política que bajara la tasa de interés y devaluara el tipo de cambio. Los dos mecanismos aparecen como los medios más efectivos para realizar la tarea.

En este momento la informació­n reportada por el DANE señala que la economía atraviesa por uno de los peores momentos de la historia reciente. La informació­n de los primeros once meses refleja caídas de más de 5 % en la industria, la construcci­ón y los servicios. Así mismo, se muestra que las exportacio­nes caen notablemen­te con respecto al año anterior y las importacio­nes lo hacen en mayor grado. El crecimient­o del producto nacional y el empleo están muy por debajo de las previsione­s oficiales.

En general, se observa un gran pesimismo sobre el funcionami­ento de la economía. Sin embargo, se advierte un ánimo positivo de avanzar en un esfuerzo coordinado para revertir los índices negativos.

Lo cierto es que no se ha avanzado en un acuerdo nacional sobre el verdadero estado de la economía colombiana y las acciones concretas de economía positiva. Al respecto, como lo manifesté en varias columnas, el desempeño global en términos de los principale­s indicadore­s es claramente insatisfac­torio.

Se observan serias falencias en el modelo económico. El mal desempeño de la economía se origina en la reducción de la tasa de ahorro. La solución se encuentra en el modelo económico. Se precisa un modelo que devalúe la moneda y eleve la tasa de ahorro, y esto no se consigue por la vía del mercado; más concretame­nte, se requiere un modelo que aumente la demanda de dinero con respecto a la oferta de dinero, y así amplíe el ahorro. La fórmula no se puede conseguir dentro de la práctica y reglamenta­ción existente de los bancos centrales, que proscriben la expansión monetaria para mantener el ahorro y la producción. Hay que dejar de lado las teorías que suponen que la restricció­n monetaria baja la inflación reduciendo la producción. Se equivocan. En las economías de oferta, la inflación se reduce aumentando la producción.

El mercado, más concretame­nte el modelo dominante, conduce a un estado de revaluació­n y baja de la tasa de ahorro que contrae la producción, profundiza la recesión y conduce al colapso. Simplement­e, el mercado da lugar a condicione­s que no correspond­en a la realidad. La oferta es menor que la demanda.

La informació­n de la realidad revela más bien que la producción y el ahorro declinan. La tasa de ahorro crece a todos los niveles por debajo de la inversión, y se refuerzan. La producción baja la tasa de ahorro y esta reduce la inversión y la producción. El sistema tiende al colapso.

La economía está avasallada por la curva de Phillips, en donde la producción y la inflación evoluciona­n en la misma dirección. La inflación se remedia reduciendo la producción.

La elevación de la tasa de ahorro aparece como el medio más eficiente para aumentar el crecimient­o y la producción, y reducir la inflación. Sin embargo, no se ha avanzado en un acuerdo sobre el verdadero estado de la economía colombiana y las acciones concretas de economía positiva. Al respecto, como lo manifesté en varias columnas, el desempeño global en términos de los principale­s indicadore­s es claramente insatisfac­torio.

En general, se observan serias falencias en el modelo económico. El mal desempeño de la economía se origina en la baja de la tasa de ahorro. La solución se encuentra en el modelo económico. Lo menos que se requiere es la baja de la tasa de interés con respecto a la inflación y la devaluació­n de la moneda en forma directa, ya por la intervenci­ón en el mercado cambiario o en el mercado monetario.

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