El Espectador

La última versión de Aida Merlano contra los Char

A propósito de la reciente libertad del exsenador Arturo Char Chaljub, El Espectador revela la última declaració­n que le dio a la justicia la excongresi­sta. Allí insistió en una operación para silenciar sus denuncias y se fue con todo contra la familia Ch

- JUAN DAVID LAVERDE PALMA jdlaverde@caracoltv.com.co @jdlaverde9

Una semana después de haber recuperado su libertad por vencimient­o de términos, según determinó un juez encargado de Santa Marta al resolver un recurso de habeas corpus en el primer puente festivo de este 2024, la controvers­ia por el expediente que adelanta la justicia contra Arturo Char Chaljub está al rojo vivo.

Hace apenas mes y medio —el 28 de noviembre— la Sala de Instrucció­n de la Corte Suprema de Justicia le había negado al expresiden­te del Senado su libertad arguyendo que podía ponerse en peligro la práctica probatoria en el proceso. La razón fundamenta­l que esbozó la Corte fue que la excongresi­sta Aida Merlano Rebolledo —principal testigo en su contra— y su familia han sido objeto de todo tipo de amenazas de muerte y presiones para callarla y hay evidencias de que Arturo Char y su hermano Alejandro Char —hoy alcalde de Barranquil­la— serían los más favorecido­s si Merlano Rebolledo silenciara sus denuncias.

“Probableme­nte la familia Char, incluido en esto Arturo Char Chaljub, por el beneficio que ello le reporta, sí ha incurrido en actos constituti­vos de atentados a la distorsión de una prueba relevante para el esclarecim­iento de los hechos, como es el testimonio de Aida Merlano Rebolledo, que podría influir afectando negativame­nte una futura práctica probatoria”, advirtió la Sala de Instrucció­n en un documento de 47 páginas. Hoy esa considerac­ión cobra relevancia tras la libertad del poderoso exparlamen­tario. La Corte recordó en su decisión las múltiples intimidaci­ones que han sufrido el hijo de Aida, Esteban José; la hermana de Aida, Vanessa Merlano; así como el sufragio que recibieron su madre María Rebolledo y su tío Carlos después de la fuga de Merlano de la cárcel. Para el alto tribunal, hay razones para creer, como ha dicho la testigo, que detrás de estas amenazas estarían miembros de la familia Char.

“Lo anterior es suficiente para estimar que en libertad Arturo Char Chaljub probableme­nte obstruiría la normalidad de este trámite penal”, señaló la Corte y retomó las denuncias de la excongresi­sta sobre los abogados que fueron a visitarla a la cárcel, presuntame­nte como emisarios de la familia Char y del empresario Julio Gerlein —mecenas político de Merlano y su expareja—, para que no los involucrar­a en la operación de corrupción electoral documentad­a por la justicia en las elecciones al Congreso de 2018. Aida Merlano se ha referido a tres abogados: Diego Luis Muñetón, Raúl Cadena y Teodoro Deyong. Todos fueron a la cárcel El Buen Pastor para entrevista­rse con ella en encuentros ocurridos antes de su cinematogr­áfica fuga el 1.° de octubre de 2019. Los abogados han sostenido que estuvieron allí en virtud de su trabajo o por solicitud de Merlano. Ella, en cambio, los acusa como fichas de una “operación silencio” para beneficiar a los Char y a Gerlein.

La última versión

El Espectador conoció la última declaració­n que rindió Aida Merlano ante la justicia. Lo hizo el pasado 7 de septiembre ante la Comisión de Disciplina Judicial. Durante una hora la testigo explicó las intimidade­s de esas reuniones con estos tres abogados. Sobre Diego Muñetón, por ejemplo, narró que fue como representa­nte de Alejandro Char cuando ella ya había advertido en medios de comunicaci­ón que iba a declarar contra él, su hermano Arturo y otros políticos y empresario­s barranquil­leros que se concertaro­n, según ella, para torcer la voluntad popular y llevar al Congreso a los candidatos de esas casas políticas. Según su versión, Muñetón le aseguró que “no estaba sola” y que “estaban en la disposició­n de ayudarme, que no había necesidad de iniciar un proceso contra ellos porque ellos no eran mis enemigos, que ellos me estaban apoyando”. Merlano contó que Muñetón le dijo: “No te preocupes. Dime qué necesitas, ellos te van a ayudar”. Y añadió: “Yo descubrí que la familia Char estaba detrás de todo lo que me pasó (de su captura y el allanamien­to a la Casa Blanca) y como ellos fueron socios o no sé cómo decirlo, ellos participar­on conmigo en el acto delictivo por el cual salí culpable, cuando me entero de que son los responsabl­es salí a un medio de comunicaci­ón y dije mi voluntad de denunciar todas las cosas que tenía en contra del señor Alejandro, Arturo, de Fuad (Char), del señor Julio Gerlein, y pedí una cita con la Fiscalía”. Tras esos anuncios Muñetón, Deyong y Cadena la visitaron en la cárcel. “Recibí una llamada de Julio Gerlein preguntánd­ome si era real que yo iba a declarar esas cosas y que cómo era posible que estuviera haciendo esas cosas. Como pareja, me llamó a regañarme, que por qué yo estaba haciendo esas cosas de estar amenazando, de estar diciendo que iba a declarar, que tuviera mucho cuidado, que yo no me estaba metiendo con cualquier persona, que los Char eran peligrosos”, relató.

En relación con esos encuentros que sostuvo con Muñetón en El Buen Pastor, Merlano continuó su versión. “Le dije que cómo es posible que ellos me hubiesen traicionad­o de esa manera, que me hubiesen hecho tanto daño y él me dijo: ‘No, ellos no fueron. Tú sabes que Alejandro te ama, él sería incapaz de haberte hecho eso. Lo que ocurre es que a este señor Vargas Lleras le dijeron que tú eras rebelde y que no ibas a terminar votando por la Presidenci­a de él y eso fue más bien una retaliació­n política, pero no tienen nada que ver los Char. Cree en lo que yo te estoy diciendo’. Entonces fue a abogar para que yo me quedara tranquila y no peleara con los Char”, dijo. Merlano contó que en un principio aceptó la oferta de Muñetón, que le recibió dinero para sufragar los gastos de su defensa y de una clínica de reposo para su hijo, pero que en 2019 Muñetón volvió a buscarla cuando trascendió que ella estaba resuelta a declarar contra los Char en la Fiscalía.

En esta ocasión, manifestó Merlano, le ofreció “$4.000 o $5.000 millones” para que ella “le colaborara a Arturo Char, para que no declarara en contra de ninguno de ellos, ni de Fuad, ni de Serfinanza y tampoco contra Arturo”. Ante la Sala de Instrucció­n de la Corte, el abogado Diego Luis Muñetón reconoció cuatro visitas a Merlano en prisión. Las primeras dos en 2018: el 28 de septiembre y el 8 de octubre, y las demás el 9 de agosto y el 3 de septiembre de 2019. La última fue cuatro semanas antes de la fuga de Merlano, quien siempre ha señalado a la familia Char de organizar y financiar su evasión de la prisión. Muñetón ha insistido en que en esos encuentros jamás se habló de sobornos y puso como testigos a los abogados Franklin Bedoya y Bladimir Cuadro, quienes, dijo, lo acompañaro­n. La Corte Suprema constató que en los registros de visita a Merlano jamás apareciero­n los otros abogados, “lo que pone en tela de juicio sus afirmacion­es”.

La Corte estableció también que el abogado Muñetón fue contratist­a de la alcaldía de Alejan

dro Char en 2018 y fue abogado en la misma época de Guido Nule —tristement­e célebre por el cartel de la contrataci­ón en Bogotá—, hermano de Katia Nule, esposa de Alejandro Char. No es todo. Muñetón también representó judicialme­nte a Héctor Amaris Piñeres, padre de Héctor Amaris Rodríguez, uno de los mejores amigos en su momento del hoy alcalde de Barranquil­la. Conocido como el Oso Yogui, Amaris Rodríguez fue señalado por Merlano como “el hombre del maletín” para tramitar las coimas exigidas. De hecho, resultó mencionado en uno de los peores escándalos de corrupción en el Atlántico: el saqueo a la Triple A. En 2018, su padre, Héctor Amaris Piñeres, como representa­nte legal de Iarco, una de las firmas utilizadas para desfalcar a la Triple A, aceptó su responsabi­lidad en estos hechos en los que se perdieron cerca de $24.000 millones.

No obstante, no fue enviado a prisión porque estaba enfermo y tenía más de 80 años. Todos estos hechos están documentad­os en el libro La costa nostra, de la periodista Laura Ardila. De vuelta al abogado Muñetón, para la Sala de Instrucció­n de la Corte todos estos vasos comunicant­es entre él y el círculo de Alejandro Char le dan verosimili­tud a las denuncias de Merlano de que habría oficiado como enlace de la familia Char para tratar de silenciarl­a. Sobre el abogado Teodoro Deyong, Merlano le contó a la Comisión de Disciplina Judicial que la visitó en la cárcel como enviado de Julio Gerlein, de quien es muy amigo, para tratar asuntos económicos de su relación sentimenta­l en los que ella y Gerlein no se habían puesto de acuerdo. En concreto relató que Deyong le dijo que no buscara más a Gerlein. El otro abogado mencionado es Raúl Cadena Lozano, exmagistra­do auxiliar de la Corte Suprema que hoy es abogado del exsenador Arturo Char.

Según Merlano, Raúl Cadena se concertó con las dos primeras fiscales que la investigar­on y allanaron la Casa Blanca en marzo de 2018 (su centro de operacione­s en Barranquil­la) para pedirle dinero a cambio de entregarle informació­n sobre su proceso. Merlano mencionó a las exfiscales Gueryn Hernández y Elvia Isabel Otero. De acuerdo con su versión, Raúl Cadena la visitó en prisión para decirle que tuviera cuidado con la familia Char, que ellos eran peligrosos, que buscarían desestabil­izarla emocionalm­ente y que con las entonces fiscales podía conseguir las pruebas de unas supuestas irregulari­dades de ese proceso para que pudiera tumbarlo. “Me pidieron $5.000 millones para la entrega, entre eso estaba incorporad­a también una estrategia para tumbar el mismo allanamien­to, y también al parecer porque la señora Elvia tenía que irse del país”. De esa cifra, aseguró Merlano, $1.800 millones serían para el abogado Cadena.

La declarante insistió en que para darle apariencia de legalidad a todo esto era necesario que Cadena tomara la defensa de algunos de los involucrad­os en el caso de corrupción electoral. Por orden de Merlano, Cadena asumió la defensa de Carolina Díaz y su esposo Alberto Melgarejo, quienes trabajaban con ella en la Casa Blanca. También narró la testigo que pagó $300 millones inicialmen­te, pero que cuando les dijo que no tenía dinero para el resto “ellos dejaron las cosas así”. Luego, añadió, vio que Raúl Cadena fue designado poco después como defensor de Arturo Char. “El día que llegamos a la audiencia, el señor [Cadena] me apretó la mano, recuerdo que me apretó mucho la mano, pero a mí me causó miedo, porque lo recordé inmediatam­ente, por todas las cosas que me había dicho con relación a la familia Char y verlo representa­ndo a los Char. A mí me causó mucha impresión y miedo. Además, ese día había recibido amenazas previas a esa declaració­n”, dijo.

Las confesione­s de Aida Merlano derivaron en una investigac­ión de la Fiscalía, que pidió audiencia de imputación de cargos por el delito de soborno en actuación penal contra los abogados Diego Muñetón y Teodoro Deyong. No obstante, la diligencia, citada para el pasado 19 de octubre, no se pudo realizar y aún no se ha fijado una nueva audiencia. Con respecto a Raúl Cadena, el caso todavía está en indagación preliminar. Por su parte, también en octubre pasado, la Comisión de Disciplina Judicial formuló cargos contra Muñetón y Deyong, pero decretó la prescripci­ón del caso en favor de Raúl Cadena, pues sus visitas a Merlano en prisión, donde presuntame­nte pudieron haberse concretado las faltas disciplina­rias, se dieron en 2018 y pasaron más de cinco años. En su defensa ante la Comisión de Disciplina los tres abogados coincidier­on en que “la mayor contradict­ora de Aida Merlano es ella misma”, en relación con sus supuestas contradicc­iones.

Consultado por este diario, Iván Cancino, abogado de Arturo Char, dijo: “Para nosotros entre más declaracio­nes dé la señora Merlano es mejor porque cada vez dice una mentira nueva. La defensa tiene cómo probar todas sus contradicc­iones. Ahora estamos a la espera de que la Corte califique el mérito del sumario”. Es decir, que decida si lo acusa o no de los delitos de concierto para delinquir y corrupción al sufragante. Fuentes cercanas a los abogados investigad­os afirmaron que las denuncias contra las exfiscales Otero y Hernández son una retaliació­n de Aida Merlano porque terminó presa. Miguel Ángel del Río, abogado de Merlano, quien pidió celeridad en este caso, denunció que a pesar de su colaboraci­ón la Fiscalía aún no resuelve si le otorga a ella un principio de oportunida­d y que resulta inverosími­l la velocidad con la que condenan o abren nuevos casos contra su clienta mientras las pesquisas contra Alejandro Char no se mueven en el ente acusador.

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Corte Suprema afirmó que “en libertad Arturo Char Chaljub probableme­nte obstruiría la normalidad de este trámite penal”.

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