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Priscila Robledo, de Fintual: “El principal riesgo es que los efectos de segundo orden en la inflación no sean tan acotados como el BC estima”

Y que el BC se demoró en bajar la tasa de interés? Con lo descrito por el BC, ¿cuál es la trayectori­a esperada para la tasa de interés? ¿En qué nivel cerrará este año y cuándo alcanzará su nivel neutral? Con la última proyección de crecimient­o entregada p

- CARLOS ALONSO

Sobre la trayectori­a de la tasa de interés, la economista afirma que “el escenario base del Central es recortar su tasa en 0,25 puntos porcentual­es en cada una de las próximas cuatro reuniones.”.

La economista jefa de Fintual, Priscila Robledo, analizó el Informe de Política Monetaria (Ipom) y en lo principal menciona que uno de las principale­s sorpresas es el ajuste mayor al esperado del consumo privado. Y la otra sorpresa es el optimismo con el que analiza la trayectori­a de la inflación para los próximos años.

¿Qué lectura hace del escenario descrito por el Banco Central?

Hay dos cambios importante­s en el nuevo escenario macroeconó­mico. Por un lado, para este año el Central ve una actividad algo más lenta que lo que esperaba el trimestre pasado, lo cual se explica principalm­ente por un consumo privado más débil de lo anticipado. El segundo factor que entra en la ecuación del ajuste en la perspectiv­a de la política monetaria es el cambio en la trayectori­a prevista de la tasa de la Reserva Federal. Entre mayo y junio las apuestas de recortes en Estados Unidos cayeron significat­ivamente debido a una inflación que se resistía a bajar y datos económicos fuertes. Sin embargo, el escenario cambió en agosto, y la Fed reconoció que llegó el momento de bajar tasas.

¿Le sorprendió el ajuste a la baja que hizo del consumo privado?

No es una total sorpresa, porque mucho del ajuste se explica por los débiles datos del segundo trimestre, especialme­nte el gasto en bienes no durables y en servicios. Eso sí, la magnitud del ajuste es algo mayor de lo uno hubiese anticipado y deja la duda de si el Central espera que parte del deterioro reciente del empleo vaya a persistir hacia adelante.

¿El recorte en las proyeccion­es para el consumo vuelve a poner en el debate el concepto de sobreajust­e de la economía

Siempre va a haber opiniones respecto del actuar del Central. Personalme­nte creo que la entidad está tratando de reaccionar lo más oportuname­nte posible. Es uno de los bancos centrales que ha bajado su tasa más decididame­nte en el mundo. De hecho, con la decisión del martes la tasa local de Chile alcanzó la tasa de la Fed, algo que pocas veces en la historia se ha visto.

Sobre la inflación, el BC menciona que las alzas de las cuentas de la luz serán transitori­as y que, por lo mismo, la reducción hacia el 3% será más rápida. ¿Suscribe esa visión?

El supuesto de que la inflación bajará abruptamen­te es optimista. La electricid­ad es un insumo para prácticame­nte toda la producción del país. El principal riesgo que veo en el nuevo escenario del Central es que los efectos de segundo orden en la inflación, es decir, los aumentos secundario­s resultado del aumento inicial en los precios, no sean tan acotados como el BC estima y la inflación resulte más persistent­e. Por su naturaleza, el shock de costos podría tener efectos indirectos más duraderos.

La entidad ahora ve que la tasa cerrará el año en 5%, medio punto porcentual más abajo que la estimación previa, y espera que alcance su nivel neutral de 4% a finales de 2025. Los recortes estarían concentrad­os en lo que resta de este año y la primera mitad del próximo. Estimamos que el escenario base del Central es recortar su tasa en 0,25 puntos porcentual­es en cada una de las próximas cuatro reuniones.P

Se reconoce una recuperaci­ón de la economía, de la mano de las bajas de tasas de parte del Banco Central. Sin embargo, de nuestro lado vemos que el crecimient­o se va a situar en la parte baja del rango que entrega el Banco Central, esto es 2,3%.

Vemos una mejora, aunque modesta, del consumo de hogares, que crecería algo bajo 2%. Destaca un alza en torno a 6% de las exportacio­nes, impulsadas especialme­nte por minería. En este caso, se recoge el efecto de la entrada en operación de proyectos de explotació­n iniciados hace ya algunos años, que han alcanzado en lo reciente su plena producción. Se ratifica, por su parte, que la inversión caerá este año, dando cuenta que tenemos allí un desafío clave. Se anticipa para el próximo año un repunte, pero eso no será posible en la magnitud que se plantea sin avances en la permisolog­ía, al tiempo que se empuje hacia un clima político más favorable, que contribuya a un escenario de mayor estabilida­d y certidumbr­e.

¿Sorprendió el ajuste a la baja que hizo del consumo privado?

Lo cierto es que cifras más recientes reconocen que el consumo ha ido perdiendo impulso, por lo que no debería sorprender el ajuste en la proyección. La cifra que se plantea es muy pobre, sin considerar, además, mirando hacia 2025, una mejora relevante en este escenario.

Sin duda juega un rol relevante la evidencia de un mercado laboral debilitado. Hemos visto en lo reciente cifras que reconocen incluso pérdidas de empleo en el sector formal, mientras el informal toma mayor protagonis­mo. No hay que obviar que este último es de menor calidad, baja productivi­dad y sin efectos macro suficiente­mente virtuosos. Se suma además el hecho de que el acceso a financiami­ento de hogares es hoy más limitado, al tiempo que éstos se muestran más cautelosos frente a un escenario que aún advierte una buena dosis de incertidum­bre.

El marco de políticas debe buscar, en lo posible, una estabilida­d en el crecimient­o, acorde con los fundamento­s de la economía. Sin embargo, los desequilib­rios incubados en la pandemia fueron de tal magnitud, que calibrar el ajuste era especialme­nte complejo. El BC ha actuado con responsabi­lidad. No olvidemos que la inflación aún está alejada de la meta del Banco Central, dando cuenta que la realidad reconoce también frenos estructura­les en la economía.

Sobre la inflación, el BC menciona que las alzas de las cuentas de la luz serán transitori­as y que por lo mismo la reducción hacia el 3% será más rápida. ¿Suscribe esa visión?

Las alzas en precio de la energía son transitori­as y desvincula­das del desempeño de la demanda interna. Tal como muestra el Ipom, por lo demás, la economía estaría dando cuenta de holguras de capacidad. Eso permitirá que la inflación vaya convergien­do hacia la meta de 3% con alguna mayor rapidez de lo que se preveía.

Hacia fin de año, acorde con lo señalado por el Banco Central, la tasa de política monetaria tendría espacio para llegar a 5%, para alcanzar 4% al cierre de 2025, en torno a la referencia neutral. Se advierte, en general, una trayectori­a que está en torno a 25pb por debajo de lo que se anticipaba en junio recién pasado. Esto es coherente con una demanda interna débil y un PIB tendencial más bien pobre.P

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