Mariano Cohn y Gastón Duprat “Queríamos una película con un poquito más de maldad”
La dupla de directores presenta “Competencia oficial” y cuenta cómo fue la convocatoria que recibieron de Antonio Banderas y de Penélope Cruz para trabajar juntos. El filme se estrena en salas esta semana.
Penélope Cruz y Antonio Banderas llevan años alternando trabajos entre el cine español y Hollywood. Vivieron muy cerca en Nueva York, se hicieron amigos y, sin embargo, jamás habían rodado juntos un filme.
Tuvo que haber un deseo común entre ambos para que este proyecto se materialice.
Fueron ellos quienes junto a Javier Bardem (pareja de Cruz) se comunicaron con los argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat para ofrecerles trabajar todos juntos. “Al final Bardem no pudo ser de la partida por cuestiones de agenda”, cuenta Gastón Duprat, director de Competencia oficial junto a Mariano Cohn.
Desde Buenos Aires, lugar en el que preestrenaron su filme días atrás, ambos cineastas charlan con VOS de manera distendida y modesta, como si no tuviesen en su haber una película internacional rodada por dos megaestrellas.
El comienzo de la hazaña
Luego de una serie de llamados en los que Cruz y Banderas les comentaron a los argentinos cuánto les habían gustado sus películas (El ciudadano ilustre y Mi obra maestra, entre las últimas) todos sellaron el pacto con una reunión en la casa de Antonio en Londres.
Ellos relatan que pronto se dieron cuenta de que necesitaban completar el dream team de actores hispanoparlantes con Oscar Martínez.
“A todos les gustó la idea de Combueno de ellos empezamos a escribir y así surgió la película”, dice Duprat.
El filme, estrenado semanas atrás en Madrid, cuenta con los actores españoles entre los productores, mientras que el guion, en el que también participó el hermano de Gastón, Andrés, fue una especie de creación colectiva y delirante.
La historia
La historia relata los caprichos de una directora (“chiflada”, según Cohn) que, como artista conceptual, experimenta con sus actores con la idea de filmar una obra maestra. Entre los intérpretes hay dos arquetipos bien marcados: Banderas, megaestrella frívola, y Martínez, un snob muy sobrio.
Es inevitable preguntar a los directores si detrás de esos personajes hay nombres propios o si fueron creados como “frankensteins”, con partes de la personalidad de algunas figuras conocidas del cine.
Pícaro, Cohn responde: “Si vos recorrés los actores que trabajaron con nosotros seguramente le podés poner nombre y apellido (risas)”.
Y luego pone un ejemplo: “Una escena que no quedó filmada pero que estaba en el guion estaba basada en una anécdota de Penélope, quien contó que una vez, antes de filmar una película, en una reunión con el director, éste le consultó si ella no se comía la ropa de los personajes, literal, para poder interpretarlos mejor”.
Duprat, por su parte, agrega: “Los actores nos contaron muchas de esas historias porque pensá que Banderas tiene 120 películas y Penélope también anda por ahí. Trabajaron con los directores más famosos del mundo. Tienen sus anécdotas y nosotros las traspolamos a la película. Y a muchas otras las conocíamos de antes”.
Excentricidades
Consultados sobre si ellos tienen excentricidades a la hora de dirigir, responde Duprat: “No. Nosotros somos más discretos. Pero algunas cuestiones cínicas nunca nos faltan, qué se yo. Por ejemplo, si un actor hizo mal la toma en vez de decirle que la hizo mal uno le dice que falló el micrófono y que hay que hacerlo de nuevo, para evitarse un debate delante de todo el mundo. Hacemos esas pequeñas trampas, pero nada más”.
¿No le tienen miedo a la crítica de sus colegas por semejante saña?
Mariano Cohn responde rápido y con sentido del humor: “Tenemos el mejor buffet de abogados de Argentina y España gracias a nuestros productores”.
Y completa la idea para que no se malentienda: “Queríamos meterle esa cuota de ironía y corrocidad al tema. No queríamos caer en una versión nostálgica de cómo se hace una película (...) No queríamos una película romántica sobre el cine, queríamos una película más descarnada, con más pimienta y un poquito más de maldad”.
Un salto internacional
Si uno busca los nombres de los directores los encontrará la mayor parte del tiempo unidos como un todo, hasta en Wikipedia figuran juntos. Cohn (siempre primero) y Duprat son una dupla artística con una larga trayectoria en la tele y el cine nacional.
Caracterizado por sus inicios experimentales con programas como Televisión abierta, este binomio lleva más de tres décadas trabajando en conjunto y 15 años en la pantalla grande desde El artista.
Con una mirada irónica y por momentos mordaz del mundo del arte, con Competencia oficial será la primera vez que se metan con el cine. Antes se rieron del mundo de las artes visuales, de la arquitectura y de la literatura.
Consideran que entre sus filmes están los mejores actores del cine nacional. Han trabajado con Luis Brandoni, Guillermo Francella, Emi