La velocidad de un genio italiano
En conferencia de prensa, el director Michael Mann y los actores Adam Driver y Penélope Cruz reflexionan sobre sus roles en el biopic que cuenta la vida del celebrado creador.
Mic ha el Mann hace décadas que quieres hacer una película sobre Enzo Ferrarri. El director responsable de clásicos modernos como Fuego contra fuego y Ali, ahora se lanza, finalmente, a Ferrari, un biopic que cuenta un fragmento de la vida del famoso creador (y que sorprende, al menos a quienes no conocen la historia, al mostrar gran parte de su vida privada). La aventura, según el mismo Mann en conferencia en el New York Film Festival, nace “hace muchos años e implica a un nombre como Sidney Lumet, son décadas de pensar en este proyecto”. Mann suma: “Empezamos juntos, con Lumet y el guionista, y fuimos buscando la forma de hacerlo. Era imposible. Lo que me interesaba era cómo comprimíamos tres meses de vidas muy pasionales, la de Enzo, la de su mujer. La siento más como un drama que como un biopic. Nos basamos en el libro, pero este período puntual era crucial: pasaban muchas cosas, su doble vida quedaba ilustrada, su empresa en riesgo, su mujer contundente en su empresa. Todo lo que me interesaba era entenderlo, verlo, presenciar su amor. Me fascinó el recorrido, que nos permitió ir a la casa de Enzo, ver sus diarios, sus relojes, sus escritos en sus cosas”. Se suma el mismísimo Adam Driver: “Eso fue muy importante, poder tener, que no siempre es posible, esa sobrecarga de información, que te permite delinear al personaje. O si no delinear, al menos sentirte cerca de él. Por ejemplo, firmaba con una lapicera púrpura, así nadie podía imitar su firma. Así pude hablar con alguien especialista en obsesiones. Por ejemplo, el hecho que haga una fábrica en Modena, y que eso tiene que ver con la forma en que le gustaba desafiarse pero también como veía cosas que otros no. Michael Mann sabe ser gigante pero se basa en las cosas pequeñas, y eso, como dije, no es algo que ha sucedido siempre. La mentalidad de alguien que corre, que marcaba a Enzo, era algo a duplicar, esa cuestión de la calma en la superficie y la necesidad de estar en movimiento”. El mismo Mann agrega: “Ferrari tiene una actitud modernista. Ferrari era alguien que no podía pensar sino que se aferraba a la idea de que sin importar lo bueno que está sucediendo, algo terrible está acechando a la vuelta de la esquina. Él decía, bromeando y no tanto, que Italia podía perdonar muchas cosas, que podía perdonar a asesinos, a ladrones, pero que nunca iba a tolerar que alguien sea exitoso”.
La mentalidad.
Michael Mann reflexiona sobre la relación entre la mente de Enzo Ferrari, de un corredor de carreras, y su propia obsesión y profesión, el hecho de filmar: “Creo que todo lo que aspira a algo se parece. Pero acá hay un vínculo entre uno y la máquina, que siento se parecen, y podes convertirte en alguien que entiende cómo se mueve una máquina. Sabes de tal cosa puede haber tal resultado, y eso va construyendo tu propia mirada. Es una unión muy instintiva. Es algo muy humano y universal, todos intentamos llegar más lejos, ir más allá. Eso nos motiva como especie. Correr es parte de ese esquema”. Una de las grandes ignoradas de la temporada de premios es Penélope Cruz que hace en el film de Laura Ferrari. Cruz declara: “Fue importante tener tiempo para entender, para acercarse a este personaje. Hay mucha responsabilidad cuando haces una persona real. Michael me sentó con mucha gente que realmente la conocía y que realmente conocía a Enzo. Pasar tiempo en Modena con esa gente, ver la casa en la que vivían, ver su hogar, su dormitorio. Podías sentir la depresión que tenía por haber perdido a su hijos. Fue muy impresionante conocer esas cosas, por ejemplo, el hecho de que Enzo era un hipocondríaco. Pude leer cartas de amor de ellos, llenas de pasión y respeto, cartas donde sabían que no iban a volver a ser lo que eran. Un amor incómodo, que no era fácil. Enzo respetaba todo lo que ella hizo por la compañía. Ella vendió hasta pequeñas cosas en los comienzos de Enzo. Había muchas razones por las que estaban juntos. Esas cartas de las que hablo fueron importantes para entender quién era ella”.
El film fue rodado en Modena y visitó el verdadero hogar de la leyenda y sus objetos personales