Comediantes, el Papa, Adorno y el FMI
Adorno, uno de las alma máter de la Escuela de Frankfurt, crítico del “accionismo” y autor de la puestas sino disposiciones a la respuesta: que una disposición se haga o no expresión abierta, depende no solo de la situación del momento sino de otras disposiciones que se hallen en oposición a ella”.
Por ejemplo, “patrones de la personalidad que han sido descartados como ‘patológicos’ porque no sintonizaban con las tendencias manifiestas más comunes o los ideales dominantes dentro de una sociedad, han resultado ser meras exageraciones de lo que estaba de forma universal bajo la superficie de la sociedad. Lo que es patológico hoy puede convertirse en tendencia dominante de mañana, con el cambio de las condiciones sociales”.
“El hecho de que la propaganda antidemocrática se vaya a convertir o no en fuerza dominante, depende de los intereses económicos más poderosos, de si estos, siguiendo o no un plan consciente, hacen uso de esta estratagema para conservar o ampliar su estatus dominante”.
Reflexiona luego sobre la paradoja de que la gente no se comporta favoreciendo sus intereses materiales y sostiene “hay razones para creer que los individuos, a partir de las necesidades de adaptación, pertenencia y creencia y a través de herramientas como la imitación y el condicionamiento, asumen de forma más o menos mecánica las opiniones, actitudes y valores que son característicos al grupo del que ellos son miembros”.
Adorno no propone un mecanismo inverso manipulando a la gente para que se comporte democráticamente, sino incrementando su autoconsciencia y autodeterminación para hacerlos más inmunes a la propaganda antidemocrática.
En su trabajo creó una escala de tendencia antidemocrática superponiendo dos tendencias, la discriminatoria: (“quien es hostil a un grupo minoritario es muy probable que sea hostil a una extensa variedad de grupos”) y el etnocentrismo. En la escala de personalidad autoritaria ponderaba la tendencia al convencionalismo (“adhe
El FMI pronosticó en octubre un PBI de Argentina 2024 de +2,5% y ahora en enero pasó a -2,8
Economía. Aunque sin la exageración histriónica de Beppe Grillo o Javier Milei, hay pasos de comedia también en el Fondo Monetario Internacional. Resulta casi cómico que en tres meses cambien su pronóstico sobre crecimiento del Producto Bruto de Argentina: de su último informe en octubre cuando preveían un crecimiento de 2,5% para nuestra economía en 2024, al conocido en enero de caída económica de -2,8% de nuestro Producto Bruto. Dado que en el pronóstico anterior el FMI ponderaba un gran aumento de las exportaciones por no haber ya sequía, más energía por el gasoducto, una contracción del promedio total del Producto Bruto de 2,8% incluyendo las exportaciones, prevé una caída de consumo muy considerable.
Octubre de 2023 es justo cuando había ganado Sergio Massa la primera vuelta. Cuesta creer que aunque el peronismo hubiera triunfado en el balotaje el FMI creyese que Argentina no iba a tener igual alguna forma de ajuste.