Perfil (Domingo)

Perros de presidente­s

- RAÚL H. ÁLVAREZ

Si se hiciera una encuesta para determinar quiénes han sido los perros del año, creo que el primer lugar lo ocuparían los mastines ingleses de Javier Milei, cuyas cabezas ha hecho reproducir en el bastón presidenci­al y ha destinado un canil en la residencia presidenci­al de Olivos para proporcion­arles un lugar cómodo y evitar agresiones entre ellos o a terceros mientras no son vigilados.

Otros presidente­s también han tenido afecto por sus perros y han difundido fotografía­s donde los muestran con orgullo. Alberto Fernández trajo a la mansión de Olivos a su collie Dylan y el simpático perro participab­a en las fiestas que allí se hacían mientras el resto de los argentinos cumplía con la cuarentena por él decretada. Cristina Kirchner, después de varios meses de viudez, reapareció vestida de luto aliviado y mostró a Simón, el travieso perrito que le fue regalado por el gobierno de Venezuela.

Hay otros perros de épocas más lejanas que han quedado en el recuerdo. Perón tenía debilidad por los caniches. Las fotos publicadas en revistas tomadas en su residencia en las que él sostiene a Monito y Eva acaricia a Tinolita (un obsequio del empresario Dodero) lo documentan. Al morir Eva, los caniches fueron cuidados por la estudiante Nelly Rivas, quien al exiliarse Perón le envió sus dos crías (Canela y Negrita) a Caracas. Luego Perón tuvo a Kimona y Puchi, también de esa raza, y en Madrid lo acompañaro­n los caniches toy llamados Puchi y Canela, que lo sobre vivieron.

El favorito de John Kennedy era Charlie , un terrier Galés, y Pushinka, obsequiada por el premier ruso. Lyndon Johnson prefería a dos beagles a los que bautizó Him y Her. Richard Nixon tuvo un cocker spaniel llamado Checkers, al que hizo famoso por mencionarl­o en un discurso diciendo que era el único regalo que había aceptado en su vida. Liberty, el perro de Gerald Ford, firmaba autógrafos estampando su pata en un papel y estaba entrenado para acosar a los invitados que eran muy conversado­res con su amo. El perro de Ronald Reagan fue tan popular que le obsequiaro­n una cucha en forma de Casa Blanca. Barney, el scottish terrier de George W. Bush, fue el primer perro que tuvo su página web oficial. Barack Obama no tuvo mascota al asumir porque su hija Malia era alérgica a la piel del perro, hasta que encontró a Bo, un perro de agua portugués hipoalergé­nico.

Suele decirse que los perros tienen caracterís­ticas similares a sus amos. Los perros mucuchíes, por ejemplo, son inteligent­es, activos y tienen un carácter fuerte. Debe enseñársel­es a socializar ya que son muy amistosos solo con los de su entorno pero son agresivos y reaccionan violentame­nte contra cualquier extraño.

 ?? CEDOC PERFIL ?? Cristina y Simón.
CEDOC PERFIL Cristina y Simón.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina