Perros de presidentes
Si se hiciera una encuesta para determinar quiénes han sido los perros del año, creo que el primer lugar lo ocuparían los mastines ingleses de Javier Milei, cuyas cabezas ha hecho reproducir en el bastón presidencial y ha destinado un canil en la residencia presidencial de Olivos para proporcionarles un lugar cómodo y evitar agresiones entre ellos o a terceros mientras no son vigilados.
Otros presidentes también han tenido afecto por sus perros y han difundido fotografías donde los muestran con orgullo. Alberto Fernández trajo a la mansión de Olivos a su collie Dylan y el simpático perro participaba en las fiestas que allí se hacían mientras el resto de los argentinos cumplía con la cuarentena por él decretada. Cristina Kirchner, después de varios meses de viudez, reapareció vestida de luto aliviado y mostró a Simón, el travieso perrito que le fue regalado por el gobierno de Venezuela.
Hay otros perros de épocas más lejanas que han quedado en el recuerdo. Perón tenía debilidad por los caniches. Las fotos publicadas en revistas tomadas en su residencia en las que él sostiene a Monito y Eva acaricia a Tinolita (un obsequio del empresario Dodero) lo documentan. Al morir Eva, los caniches fueron cuidados por la estudiante Nelly Rivas, quien al exiliarse Perón le envió sus dos crías (Canela y Negrita) a Caracas. Luego Perón tuvo a Kimona y Puchi, también de esa raza, y en Madrid lo acompañaron los caniches toy llamados Puchi y Canela, que lo sobre vivieron.
El favorito de John Kennedy era Charlie , un terrier Galés, y Pushinka, obsequiada por el premier ruso. Lyndon Johnson prefería a dos beagles a los que bautizó Him y Her. Richard Nixon tuvo un cocker spaniel llamado Checkers, al que hizo famoso por mencionarlo en un discurso diciendo que era el único regalo que había aceptado en su vida. Liberty, el perro de Gerald Ford, firmaba autógrafos estampando su pata en un papel y estaba entrenado para acosar a los invitados que eran muy conversadores con su amo. El perro de Ronald Reagan fue tan popular que le obsequiaron una cucha en forma de Casa Blanca. Barney, el scottish terrier de George W. Bush, fue el primer perro que tuvo su página web oficial. Barack Obama no tuvo mascota al asumir porque su hija Malia era alérgica a la piel del perro, hasta que encontró a Bo, un perro de agua portugués hipoalergénico.
Suele decirse que los perros tienen características similares a sus amos. Los perros mucuchíes, por ejemplo, son inteligentes, activos y tienen un carácter fuerte. Debe enseñárseles a socializar ya que son muy amistosos solo con los de su entorno pero son agresivos y reaccionan violentamente contra cualquier extraño.