Blanqueo de capitales: el mercado pide nuevos plazos y adhesión de las provincias
En estudios tributaristas consideran que el plazo para adherir pagando la alícuota más baja –del 5%–, y que vence el 30 de septiembre, debería extenderse para que quienes exterioricen bienes y así tengan más tiempo de análisis. Además, todavía se espera la adhesión legal de las provincias. En Córdoba, en la Unicameral aún no hay novedades para el proyecto de adhesión al blanqueo que Llaryora afirmó que se hará. Los puntos fuertes, las dudas y la oportunidad para los tecnológicos que se ‘fueron’ a Delaware.
y US$ 2.000 millones.
Pero antes hay algunas dudas, demandas y puntos pendientes a resolver. “Desde mi punto de vista falta una extensión en el plazo, para que aquellas personas que tienen dinero en efectivo, que creo que son la mayoría de los casos, en cajas de seguridad o en el domicilio por fuera del sistema, entiendan bien la parte
logística para poder avanzar en este procedimiento. Para las otras operaciones, que son más sofisticadas, o cuentas en el exterior, ya han tenido un recorrido o experiencia anterior. Pero el dinero en efectivo, que requiere un análisis previo, un convencimiento y resolver la parte logística está costando”, define Gustavo Campos, socio de PwC en
Esperando a las provincias. Que funcione el blanqueo tiene estrecha relación con lo que hagan los estados provinciales. El gobernador Llayrora le anunció al consorcio empresario G6, hace casi dos semanas, que Córdoba adherirá al blanqueo de capitales. Al cierre de esta edición en la Unicameral no tenían noticias del ingreso de algún proyecto del Ejecutivo provincial detallando cómo será esa adhesión, aunque se descuenta que se está trabajando en el armado legal y fiscal de la norma.
Campos recalcó: “Hasta el momento hubo muchas, muchísimas consultas, pero nada concreto y mucho menos de fuertes sumas de blanqueo. Si las provincias no adhieren es complicado para las empresas, aquellas empresas que están tributando Ingresos Brutos bajo convenio multilateral quedan casi inhabilitadas de ingresar al blanqueo”. Con todo, la experiencia también marca que quien blanquea lo hace a último momento, con lo que septiembre sería el mes del movimiento significativo y hacia esas fechas están puestas las expectativas de estudios contables y asesores tributaristas.
El caso Delaware. Exportadores de servicios, pymes tecnológicas o freelancer tecnológicos tienen mucho por analizar. En los últimos años, con el progresivo refuerzo del cepo y la profundización de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos buena parte del sector tecnológico, en distintas capas del negocio apuntaron a crear sociedades, establecer domicilios fiscales y abrir cuentas bancarias en ciudades de Estados Unidos con el fin de recibir depósitos por sus trabajos en esas jurisdicciones y luego triangular –a veces con métodos poco ortodoxos como criptocuevas– los fondos para hacerse del dinero.
El caso testigo por excelencia es el del Estado de Delaware, que lejos de ser atractivo para los argentinos, lo es para la mayoría de las empresas de EEUU y de varios países más. Por sus beneficios impositivos y normativos, hoy Delaware se conoce como un auténtico “paraíso fiscal” dentro de los Estados Unidos.
Por numerosas razones, Delaware no cobra tasa de impuestos sobre la renta estatal cuando la empresa opera en otro estado; constituyó un Tribunal de Equidad experto en resolver disputas comerciales complejas y simplificó el entramado burocrático a niveles polémicos. Es posible radicar una sociedad en una hora –desde US$ 1.000– y se puede constituir una compañía de responsabilidad limitada, de forma anónima.
“Hay que entender que el intercambio de información fiscal con los EEUU a todos ellos les pega de lleno, si han estado cobrando dinero durante cuatro años, por ejemplo. Sin dudas es una oportunidad para todos los que estaban trabajando con ese esquema”, marca Campos.