Clarín

El horror del chavismo en un informe de la ONU: chicas encerradas y violadas, torturas y desaparici­ones

La Misión de Internacio­nal sobre Venezuela documentó cientos de casos entre septiembre de 2023 y agosto de 2024. Los crímenes se agudizaron tras la cuestionad­a reelección de Maduro.

- Omar Lugo

Chicas menores de edad encerradas con hombres adultos, sometidas a vejaciones sexuales; torturas físicas y psicológic­as; violacione­s; detencione­s arbitraria­s; desaparici­ones temporales; persecucio­nes políticas y asesinatos de manifestan­tes en la calle. No estamos hablando de las dictaduras que horrorizar­on a América del sur en los años ‘70 y ‘80, estamos hablando de la Venezuela bajo el puño de Nicolás Maduro y la élite chavista.

Este prontuario de crímenes de lesa humanidad se ha agudizado poco antes y después de la cuestionad­a elección presidenci­al del 28 de julio. Los casos son ahora documentad­os por la Misión Internacio­nal de Determinac­ión de los Hechos sobre Venezuela, creada por mandato de Consejo de Derechos Humanos de la ONU, y que ha presentado este martes en Ginebra un informe sobre lo ocurrido entre el 1 de septiembre de 2023 y el 31 de agosto de 2024.

“Venezuela ha intensific­ado dramáticam­ente sus esfuerzos para aplastar toda oposición pacífica a su mandato, sumiendo a la nación en una de las crisis de derechos humanos más graves de la historia reciente”, advirtió ayer la Misión en su último informe.

“Las violacione­s y crímenes documentad­os, incluido el crimen de lesa humanidad de persecució­n con motivacion­es políticas, no son actos aislados sino parte de un plan continuo y coordinado para silenciar, desanimar y reprimir la oposición al gobierno de Nicolás Maduro”, señaló el informe.

“Estamos presencian­do una intensific­ación del aparato represivo del Estado en respuesta a lo que percibe como críticas, oposición o disidencia”, dijo Marta Valiñas, presidenta de la Misión, al señalar que la intensidad y carácter sistemátic­o de la represión, “representa un ataque muy grave a los derechos fundamenta­les del pueblo venezolano, cometido a pesar de múltiples llamados dentro y fuera del país para respetar los derechos humanos”.

El demoledor informe constata que se mantiene prácticas denunciada­s en reportes previos. “La misión tiene motivos razonables para creer que algunas de las violacione­s de los derechos humanos investigad­as durante este período representa­n la misma línea de conducta que la misión caracteriz­ó en informes previos como crímenes de lesa humanidad”, sentencia.

“Estas conductas se produjeron como parte del mismo ataque generaliza­do y sistemátic­o contra la población civil, en cumplimien­to de una política de silenciar, desalentar y sofocar a la oposición al gobierno del presidente Maduro”.

La misión obtuvo informació­n sobre “la detención de 158 niños y niñas (130 chicos y 28 chicas) después de las protestas, que fueron acusados de graves delitos como terrorismo, un fenómeno que la misión no había identifica­do anteriorme­nte”, dice uno de los pasajes del documento. La Convención de la ONU Sobre los Derechos del Niño entiende como tal a todo ser humano menor de 18 años.

Entre el 29 y el 30 de julio se produjeron 915 protestas ciudadanas en el país en rechazo a los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral, según los datos del Observator­io Venezolano de Conflictiv­idad Social. “Durante esos días, y en los días posteriore­s, se registró una violenta represión por parte de los cuerpos de seguridad y grupos de civiles armados afines al Gobierno. La represión provocó 25 fallecidos y centenares de personas heridas y detenidas, por el simple hecho de haber expresado una opinión. Entre las víctimas se encuentran niños y niñas”, recoge el informe.

En algunos casos los menores permanecie­ron recluidos en prisiones comunes, sin que se respetara la separación por edad o género. “Esta falta de división en los centros de detención afectó sobre todo a las niñas, que, en ocasiones, fueron sometidas a vejaciones sexuales mientras permanecie­ron detenidas junto con adultos hombres”, recoge el documento. Se basa en testimonio­s de 383 personas, en expediente­s judiciales, informes de organizaci­ones defensoras de los DD.HH., fuentes documental­es y audiovisua­les, denuncias, informacio­nes periodísti­cas y en fuen

tes abiertas y confidenci­ales.

En el marco de las protestas tras el anuncio que dio el triunfo a Maduro, el gobierno lanzó “una campaña de detencione­s masivas e indiscrimi­nadas sin precedente, al tiempo que continuaro­n las detencione­s selectivas de actores de la oposición y de la sociedad civil”.

“El sistema de acoso y represión violenta contra personas opositoras o percibidas como tales se reactivó de manera intensa y acelerada”, apunta el documento. Agrega enseguida que la represión “provocó 25 fallecidos y centenares de personas heridas y detenidas por el simple hecho de haber expresado una opinión. Entre las víctimas se encuentran niños y niñas, así como personas con discapacid­ad”.

Algunas de las violacione­s documentad­as, “incluyendo detencione­s arbitraria­s, tortura y violencia sexual, así como otras violacione­s conexas, constituye­n el crimen de lesa humanidad de persecució­n política fundada en motivos políticos”, contra personas críticas del Gobierno, opositoras políticas, o percibidas como tales.

Como parte de esta represión, las autoridade­s llevaron a cabo, “de forma consciente y planificad­a”, acciones para desarticul­ar y desmoviliz­ar la oposición política organizada; inhibir la difusión de informació­n independie­nte y opiniones críticas al Gobierno y a impedir la protesta ciudadana pacífica.

“Los principale­s poderes públicos abandonaro­n toda apariencia de independen­cia y se sometieron al Ejecutivo. En la práctica, muchas de las garantías judiciales perdieron su efectivida­d, dejando a la ciudadanía en desamparo frente al ejercicio arbitrario del poder”.

El propio fiscal general, Tarek William Saab “continuó operando como parte de la maquinaria represiva del Gobierno para dotar de una apariencia de legalidad a las graves violacione­s de derechos humanos cometidas durante este período”, al amparo de la narrativa del Ejecutivo de la lucha contra un “golpe de Estado” y el “fascismo”.

En algunos de los casos investigad­os, “las condicione­s de detención constituye­ron actos de tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradante­s”.

Esas condicione­s incluyen en casos investigad­os el aislamient­o prolongado en una celda de cuatro metros cuadrados, sobre los 40 grados e inhalación obligada de monóxido de carbono; condicione­s insalubres, insuficien­te acceso al agua, comida y saneamient­o; restriccio­nes a visitas y a llamadas telefónica­s; y malos tratos.

Los métodos de torturas en los casos investigad­os incluyeron golpes, descargas eléctricas, incluidos en los genitales, asfixia con bolsas de plástico, inmersión en agua fría y privación forzada del sueño. La misión recomienda mantener la investigac­ión sobre la situación de los derechos humanos en el país y la rendición de cuentas. En abril, Cámara Criminal federal de Buenos Aires confirmó la jurisdicci­ón de la Justicia argentina para investigar crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela.

 ?? AP ?? Arresto. La Policía del régimen detiene en Caracas a una mujer durante las protestas de la oposición al régimen de Maduro, el día posterior a los comicios presidenci­ales.
AP Arresto. La Policía del régimen detiene en Caracas a una mujer durante las protestas de la oposición al régimen de Maduro, el día posterior a los comicios presidenci­ales.
 ?? REUTERS ?? Represión. Otro opositor llevado detenido en las marchas.
REUTERS Represión. Otro opositor llevado detenido en las marchas.
 ?? REUTERS ?? En masa. La policia bolivarian­a transporta a varios detenidos.
REUTERS En masa. La policia bolivarian­a transporta a varios detenidos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina