La polio vuelve a una Gaza con pocos hospitales y a la espera de una tregua
Un caso de la enfermedad fue confirmado el sábado. Lo había advertido la OMS. Se agudiza la crisis humanitaria por falta de insumos básicos y nuevos bombardeos.
Gaza amaneció este domingo con la confirmación de que la polio circula en el enclave palestino, nuevas órdenes de evacuación y la noticia del cese de la actividad inminente de uno de los pocos hospitales que siguen funcionando, mientras las negociaciones del alto el fuego continúan con las esperanzas de la comunidad internacional y el cruce de reproches entre Israel y Hamas.
A última hora de la noche del viernes, el Ministerio de Sanidad palestino, con sede en Ramala (Cisjordania), registró el primer caso de polio en Gaza, que llevaba 25 años libre de esta enfermedad.
“Afecta a un niño de 10 meses que no estaba vacunado de la polio”, anunció entonces Sanidad, confirmando los temores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que venía advirtiendo de un posible brote desde hace un mes, cuando anunció el hallazgo del virus en las muestras ambientales tomadas en la Franja.
Sanidad ya cuenta con los equipos para llevar a cabo la campaña de vacunación de la mano de entidades como la OMS, UNICEF o la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), dirigida a menores de 10 años y que se espera que se produzca a finales de agosto: “Estamos esperando a que las vacunas lleguen a Gaza”.
Las autoridades palestinas apuntaron a la ofensiva israelí en la Franja -que acumula a día de hoy 40.074 víctimas mortales- como la causante del brote, al haber dificultado el acceso y distribución de productos de limpieza e higiene, así como condenado a la población al hacinamiento entre residuos y agua contaminada.
La crisis humanitaria por la falta de acceso a recursos básicos se extiende también al acceso de combustible, lo que dificulta la labor de los hospitales a lo largo de todo el enclave, funcionando parcialmente sólo 16 de los 36 que hay en la Franja. En el norte del enclave sólo hay tres y uno de ellos, el Al Awda de Yabalia, teme tener que cesar su actividad quirúrgica por falta de acceso a energía, según alertó su director en funciones, Mohammed Salha.
“Trabajamos duro para acabar las operaciones por la mañana”, decía Salha hace unos días para explicar cómo ahorraban combustible. Sin embargo, lamentó poco después en mensajes de audio que, si la OMS no puede llevarles combustible, tendrán que poner fin a sus actividades de cirugía ortopédica -es el único centro que las lleva a cabo- y plástica, cruciales para las lesiones que sufren los palestinos.
La falta de atención médica a este tipo de heridas podría llevar a una infección y amenaza la vida de los pacientes, explica Salha: “Tendríamos que llevar a cabo amputaciones para salvarles la vida”, en lugar de las cirugías menos intrusivas a través de la ortopedia.
Además, el Ejército israelí ordenó evacuar este sábado Beit Janún, Al Manshiya y Sheikh Zauyed, en el extremo norte de Gaza y próximas al hospital. “Creemos que en unos días el Ejército entrará en estas áreas, vendrán muchos heridos y no podremos ayudarlos”, teme el director del Al Awda.
Junto con estas zonas, Israel ordenó evacuar áreas del centro de Gaza como el campamento de refugiados de Maghazi y la parte oriental de Deir al Balah.
Además, en la localidad vecina de Zawayda, a la que Israel ordenó desalojar a los habitantes de Ciudad de Gaza, un bombardeo israelí mató este sábado a 15 miembros de una misma familia, que tuvo que ser eliminada completamente del registro civil. Según UNRWA, la “zona humanitaria” a la que Israel ordena a los palestinos evacuar para escapar de sus ataques se ha reducido, y supone tan sólo un 11 % de Gaza, mientras que el 90 % de su población -de unos dos millonesestá desplazada.
El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, llegó ayer a Israel para continuar los “intensos esfuerzos diplomáticos” de su país, mediador en las negociaciones, de cara al alto el fuego en Gaza. A la cumbre de Doha, a la que Hamas no acudió ya que exige que se cumpla el borrador original de Estados Unidos, le seguirán encuentros en El Cairo esta semana para tratar la última propuesta de Joe Biden. Las partes chocan en la demanda israelí de mantener presencia militar en el corredor de Filadelfia -la frontera entre Gaza y Egipto- para evitar el contrabando de armas, y en el de Nitzarim -que separa el norte y sur de la Franja- con tal de evitar el acceso de milicianos a la parte septentrional del enclave, que Hamas rechaza tajantemente.