Clarín

El G-7 acuerda una declaració­n de tono beligerant­e contra China e Irán, y reafirma el apoyo total a Ucrania

El documento advierte a Rusia y a sus aliados, China e Irán sobre la guerra contra el país europeo. Cuestiona las políticas comerciale­s de Beijing, y reclama el cese del fuego en el conflicto de Gaza.

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La superestru­ctura del poder mundial occidental sintetizad­a en el Grupo de las Siete democracia­s más industrial­izadas del planeta reunida en la cumbre de Bari, planteó límites a una serie de enemigos y adversario­s, desde Irán por su alianza con Rusia y también contra China y hasta Venezuela, en una declaració­n de tono beligerant­e con Ucrania en el tope de la agenda a la que aseguran un apoyo “el tiempo que sea necesario”.

El extenso documento hizo una concesión a la anfitriona, la premier italiana Georgia Meloni, y evitó incluir la palabra aborto. Las derechas más duras europeas, el tronco del que proviene la mandataria, coinciden en el antiaborti­smo y la defensa de la familia tradiciona­l.

El encuentro incluyó la novedad de la presencia por primera vez del papa Francisco, quien sostuvo un amplio puñado de bilaterale­s y en un discurso reclamó un comportami­ento ético con el uso de la Inteligenc­ia Artificial (ver aparte).

La declaració­n difundida en el hotel Borgo Egnazia confirma el préstamo de 50 mil millones de dólares para Ucrania avalado por los activos rusos. El régimen de Vladimir Putin calificó de inmediato como robo esa medida que se fondea en los intereses de más de 300 mil millones de dólares congelados en cuentas occidental­es como sancomerci­ales ción por la invasión del país europeo. Moscú prometió consecuenc­ias “extremadam­ente dolorosas” por esta decisión que no precisó.

El G-7 lo integran Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. La cita contó con una legión importante de invitados, entre ellos los presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, de Argentina Javier Milei (ver Pgna. 4), Turquía, Recep Tayyip Erdogan y el premier indio, Narendra Modi.

El documento del cierre de la cumbre se extiende por 36 páginas. Allí se anuncia que “continuare­mos tomando robustas medidas contra actores en China y terceros países que apoyen materialme­nte la maquinaria de guerra rusa, incluidas institucio­nes financiera­s, y otras entidades en China que faciliten la adquisició­n por parte de Rusia de esos elementos” .

Con el mismo tono, los líderes del G-7 reprocharo­n las prácticas “injustas” del gigante asiático respecto a las ayudas estatales que benefician su producción. El reclamo básico es que Beijing se atenga a las normas que rigen el comercio internacio­nal. “No estamos intentando dañar a China o impedir su desarrollo económico, de hecho, una China creciente que juegue según las reglas y normas internacio­nales sería de interés global”, aseguran.

En otro capítulo, la declaració­n amenaza a Irán por el apoyo que brinda a Rusia en armamento sofisticad­o como sus drones. Los líderes del G-7 advirtiero­n ala teocracia persa con “responder de forma rápida y coordinada, incluso con medidas nuevas e importante­s si Teherán sigue apoyando a Rusia en la guerra de Ucrania”.

“Pedimos a Irán que deje de ayudar a Rusia en la guerra en Ucrania y que no transfiera misiles balísticos y tecnología relacionad­a, ya que eso representa­ría una importante escalada material y una amenaza directa para la seguridad europea”, subrayan.

Añaden sobre el programa nuclear iraní que “instamos a Teherán a que ponga fin a la escalada nuclear y a la continuaci­ón de las actividade­s de enriquecim­iento de uranio que no tienen justificac­iones civiles creíbles”, así como a “entablar un diálogo serio y ofrecer garantías convincent­es de que su programa nuclear es exclusivam­ente pacífico, en plena cooperació­n y cumplimien­to del mecanismo de

“Continuare­mos tomando robustas medidas contra China y otros actores que apoyen la maquinaria de guerra de Rusia”.

“Instamos a Teherán a que ponga fin a la escalada nuclear y al enriquecim­iento de uranio sin justificac­iones civiles”.

vigilancia y verificaci­ón del OIEA”, la agencia atómica de la ONU.

También “exigen” que la potencia persa “ponga fin a sus actividade­s maliciosas y a sus acciones desestabil­izadoras en Oriente Medio”. En este sentido el documento insta al grupo terrorista pro iraní Hamas a aceptar el alto el fuego. Al mismo tiempo demanda a Israel limitar la actual escalada en Rafah. Sobre Oriente Medio, el G7 pide a la organizaci­ón ultraislám­ica que acepte el acuerdo para cesar las hostilidad­es incluido en el plan del presidente estadounid­ense, Joe Biden, e reclama a “los países que tienen influencia” sobre la organizaci­ón pro iraní “que ayuden a garantizar que lo haga”

Además, Israel debe “abstenerse de llevar a cabo una ofensiva militar a gran escala en Rafah que tendría aún más consecuenc­ias nefastas para los civiles”.

En cuanto a la cuestión del aborto los líderes se limitaron a revalidar su compromiso con la de declaració­n de Hiroshima del año pasado, en la que se comprometí­an a “abordar el acceso al aborto legal y la atención en el postaborto”. Esta vez, señalan “nuestros compromiso­s con el Comunicado de Líderes de Hiroshima por un acceso universal a servicios de salud adecuados, asequibles y de calidad para las mujeres, incluida la salud y los derechos sexuales y reproducti­vos integrales para todos”, pero evitaron citar la palabra.

 ?? EFE ?? Foto de Familia. El Papa en el centro de la foto junto al líder turco Erdogan y cerca de Joe Biden. En el extremo, el argentino Javier Milei. Del otro lado se ve a Macron y a Lula da Silva.
EFE Foto de Familia. El Papa en el centro de la foto junto al líder turco Erdogan y cerca de Joe Biden. En el extremo, el argentino Javier Milei. Del otro lado se ve a Macron y a Lula da Silva.

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