La IA, entre lo urgente y lo importante
Hay una noticia que pasó casi inadvertida la semana pasada -en medio de tantas urgencias -, pero que sin embargo merecería que se le preste algo de atención, porque puede tener implicancias muy pronto en nuestra vida cotidiana.
Con tono bursátil, la noticia dice que la empresa taiwanesa Nvidia que produce microprocesadores de alto rendimiento-, dio el batacazo y ya es la segunda más valiosa del mundo. Desplazó a gigantes tecnológicos como Apple, Google, Amazon y Meta, y se acerca a Microsoft que, por ahora, sigue en el primer puesto en cuanto a valor de mercado.
¿Qué tiene que ver Nvidia con nuestra vida cotidiana? Resulta que esa empresa, que nació en los 90 produciendo chips y placas gráficas para videojuegos 3D, hoy es la principal proveedora de tecnología para la Inteligencia Artificial (IA) Generativa.
Recordemos que la IA Generativa popularizada con el ChatGPT, pero que tiene otros competidores- son sistemas muy entrenados, que además de poder “hablar” con una naturalidad similar a la del ser humano, son capaces de crear sus propias respuestas y rumbos de la conversación tomando como insumo la enorme base de datos con la que son alimentados continuamente. Semejante tecnología necesita de una altísima capacidad de cómputo y los productos de Nvidia son, por lejos, los que más venden hoy para los centros de datos que procesan esa información.
Que Nvidia haya alcanzado la segunda posición en valor de mercado muestra no solo que vende mucho sino, además, que quienes invierten en ese mercado tienen expectativa de que lo seguirá haciendo.
Se esperan todo tipo de soluciones de IA Generativa que impactarán en la vida cotidiana: en la forma que enseñamos y aprendemos, en la que se trabaja en los puestos creativos o de decisión. Habrá, también, grandes oportunidades para el talento que se forme en carreras afines.
¿Cuánto de esto está hoy en la conversación nacional? ¿Cómo se integrará a la educación? ¿Están los docentes capacitados? ¿Y el mercado laboral? ¿Qué regulación necesitamos? ¿O ninguna, como plantea Milei y es música para los oídos de las grandes tecnológicas?
Mientras el país debate si sale o no la Ley Bases, cuántos funcionarios abandonan por día, o si baja algo la inflación, el mundo sigue acelerando. Cada tanto sería bueno detenerse a pensarlo. No será la agenda urgente, pero seguramente sí está entre lo más importante.