Escándalo en Italia: arrestan a un aliado de Meloni por negociados entre empresas y grupos mafiosos
Es el genovés Giovanni Toti, presidente de la región de Liguria. Hay otros 9 políticos detenidos. Los acusan de aceptar plata de empresarios a cambio de obras en complicidad con Cosa Nostra.
En coincidencia con el comienzo de la campaña electoral para las elecciones europeas de mediados de mayo, un escándalo mayúsculo sacudió a la clase política gobernante en Génova y el presidente de la región Liguria, Giovanni Toti, fue puesto bajo arresto domiciliario. La causa es una investigación de la fiscalía genovesa junto con la Guardia de Finanzas por una red enorme de casos de corrupción y la complicidad de autoridades con grupos mafiosos.
Las dimensiones del terremoto judicial se extenderán prácticamente hasta las elecciones europeas, con casos que están saliendo a la luz a través de investigaciones que se remontan a cuatro años atrás. Giovanni Toti, de 55 años, es un dirigente que gobierna un partido del área ligure que se hizo famoso como periodista de la red televisiva de Silvio Berlusconi. Su figura creció después en la política en el partido Forza Italia del fallecido ex primer ministro conservador, recientemente desaparecido, de cuyo partido fue diputado europarlamentario en 2014.
Pero Toti rompió con Forza Italia e hizo rancho aparte con su propia fuerza política. Actualmente es un aliado del gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni.
El puerto de Génova es el primero de Italia y, al parecer, las acciones principales de los políticos corrompidos echaron raíces en las actividades portuarias. Toti se encontraba ayer a la mañana en un hotel de San Remo participando de un acto político cuando los policías financieros le comunicaron el arresto domiciliario por disposición de la justicia.
Otros nueve miembros del gobierno y políticos del oficialismo fueron también puestos bajo detención domiciliaria. Cuatro de ellos fueron acusados además de complicidad con la mafia. La policía allanó además el apartamento genovés de Toti y las oficinas del Consejo Regional de Liguria.
Su abogado Stefano Savi dijo que “mi cliente está tranquilo y, como hemos podido comprobar, todos son hechos sobre los cuales podemos dar una explicación en el contexto de una actividad administrativa legítima y de interés público”.
En Roma el gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni no comentó el caso que compromete a uno de sus aliados.
Toti está acusado de haber aceptado préstamos y donaciones de empresarios a cambio de compromisos destinados a “aceitar” la realización de trabajos, obras y servicios. Según algunas fuentes judiciales, “es impresionante” la extensión de la corrupción, que abarcaba desde obras menores a trabajos públicos importantes.
Toti se habría encargado de “facilitar una solución” para renovar por treinta años la terminal portuaria de Rinfuse, de los empresarios Aldo y Roberto Espinelli, padre e hijo.
Matteo Cozzani, jefe de gabinete y mano derecha de Toti, fue también puesto bajo arresto domiciliario, acusado de corrupción electoral. También es acusado por la Fiscalía de facilitar la actividad de Cosa Nostra, la mafia siciliana. Giovanni Toti es el político de nivel más alto que mañana viernes deberá presentarse a la justicia, en una temporada donde también el principal partido de la oposición, el partido Democrático, ha atravesado grandes escándalos de corrupción en Bari y en Turín que han complicado su fuerza electoral.
El operador de la terminal genovesa Aldo Spinelli está asimismo bajo detención en su casa. También fue puesto en prisión el presidente de la Autoridad del Sistema Portua
El puerto de Génova es el principal de Italia y el gobierno de Meloni hizo silencio.
rio Marítimo de Liguria Occidental, Paolo Emilio Signorini. Por la red de corrupción está siendo investigado además Francesco Moncada, director de la cadena de supermercados Esselunga. A Moncada la justicia le ha prohibido temporalmente ejercitar su actividad de empresario y profesional por cargos de corrupción.
La comisión parlamentaria antimafia ha solicitado los documentos de la investigación. Su presidenta, Ciara Colosimo, explicó que “hemos actuado inmediatamente porque lo que debemos hacer es enviar un mensaje claro. No puede haber dudas en algunas cuestiones y haremos el trabajo junto con las fiscalía y los apoyaremos”, explicó.
El caso ha supuesto un terremoto político en una Italia sumida ya en la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo, sobre todo entre los líderes de la derecha, que llaman a la cautela y al respeto a la presunción de inocencia.
Maurizio Lupi, presidente de “Nosotros Moderados”, la agrupación del arrestado Toti, instó a esperar el desarrollo de la investigación. “La dimisión es responsabilidad de cada uno. He asistido a arrestos que después quedaron en nada”, dijo en un evento en Roma este ex ministro, en el pasado salpicado él mismo por escándalos.
Desde la oposición, en cambio, el Movimiento Cinco Estrellas, del ex premier Giuseppe Conte, ha pedido directamente la dimisión de todo el gobierno regional .■