El perfil de “Abelo” Guzmán, el asesino que sigue prófugo
Tiene 43 años y dicen que muchas veces se lo veía “retraído y solitario”, y que era “irritable y celoso”.
Luis Abel “Abelo” Guzmán (43), el peluquero que asesinó a sangre fría a su compañero de trabajo Germán Medina (33), seguía anoche prófugo de la Justicia y era intensamente buscado por la Policía.
Guzmán “no venía bien” desde hace un tiempo, precisaron los testigos, que remarcaron que había permanecido mucho más silencioso que de costumbre.
En un video de diciembre del año pasado, publicado en redes sociales, se lo veía haciendo catarsis con una clienta. “Vivimos sufriendo, renegando. Nos traumamos juntos. Somos los traumados”, decía, con ironía. “Mirame la cara, siempre feliz”, le decía a la cámara.
Guzmán hacía tratamientos de keratina. Trabaja hace 11 años en la peluquería. “Era medio raro. No te ibas a imaginar que podía matar a los compañeros, pero sí noté que era muy observador de todo lo que pasaba en el local. A veces se tildaba mirando las situaciones que pasaban a su alrededor”, comentó a Clarín una clienta que se atendía habitualmente con él.
Otra clienta dijo que era muy irritable y celoso, y propenso a iniciar discusiones constantes con compañeros por el uso de instrumentos de trabajo (tijeras, peines), a levantar la voz o a las malas formas. “Todo por nimiedades”, dice, y siempre con compañeros.
“Sos el mejor, tengo que volver”, le había comentado la vedette Valeria De Genaro en redes sociales hace algunos meses. En las últimas horas, los comentarios además comenzaron a llenarse de los usuarios que lo acusaban por el asesinato y pedían justicia por Medina.
El mismo día del crimen, Guzmán se rapó el pelo completamente, un estilo que nunca antes había adoptado y un dato que es clave para la investigación. Es que para la familia de la víctima, entienden que tenía planeado cometer el crimen y luego desaparecer. Por eso el repentino cambio de look
Cristian Benítez, abogado de la peluquería, dijo sobre el tirador que “era una persona retraída y solitaria”. De todas formas, destacó: “Hay cuestiones que no se entienden. Por más discusión que hubiera, no es la forma. Entiendo que pudo existir otra situación. Un tema de
egos o cuestiones personales por cumplir la misma función”.■