El doble propósito de la CGT con un paro demasiado temprano
Busca ser llamada por el Poder Ejecutivo y posicionarse en el rearmado del peronismo. Descartan entrar en una escalada contra Milei. La eterna estrategia de negociar.
Lo temprano del paro general contra Javier Milei -la cuenta se repitió hasta el aburrimiento: pasaron apenas 45 días desde que el libertario desembarcó en la Casa Rosadapuede llevar a algún equívoco. Que estamos frente a una escalada sindical sin retorno y que la CGT no frenará hasta voltear la política económica oficial.
Pero ese no es el juego del sector hegemónico de la central sindical peronista, adiestrada desde siempre en negociar con todos los gobiernos. Del propio documento que se leyó en la Plaza de los Dos Congresos -la redacción final estuvo a cargo de Gerardo Martínez, líder de la UOCRA- surge que su ánimo está lejos de la batalla. Habla de diálogo, consenso, unidad nacional.
En la CGT argumentan que en realidad fueron llevados a una pelea que no buscaron, que no tenían más remedio que reaccionar tras el DNU presidencial que afecta derechos laborales y hiere mortalmente mecanismos clave del financiamiento sindical. La caja.
La expectativa cegetista es que, tras el paro, la Casa Rosada los convoque a una mesa de diálogo, aunque los gestos públicos del Gobierno van en sentido exactamente opuesto: los funcionarios dicen que no se sentarán con quienes “no quieren que el país salga adelante”.
Lo que sucedió en Diputados con la ley ómnibus de reforma del Estado, donde sectores de la oposición lograron imponer numerosos cambios en la norma, genera entusiasmo en las filas cegetistas.
Entienden que, al igual que con los diputados de diferentes bloques, el Gobierno también aceptará negociar con los sindicalistas. Al final, varios dirigentes tienen más experiencia y cintura política que el más veterano de los legisladores.
Algunos de los gremialistas de la protesta de ayer son los mismos que encabezaron los paros generales contra Alfonsín. La enorme mayoría es jefe de su sindicato hace más de 30 años.
Sin llegada a la enorme mayoría de los ministros del Gabinete -han tenido trato con el ministro del Interior Guillermo Francos y con el jefe de Gabinete Nicolás Posse, aunque antes de que fuera funcionario-, la esperanza cegetista es que el propio Milei los convoque.
En la CGT hablan de un intercambio previo a la protesta por WhatsApp entre el Presidente y Gerardo Martínez, lo que hace crecer la expectativa. Pero hasta anoche no hubo nuevos contactos.
El tono de los discursos, sobre todo el rabioso de Pablo Moyano, no debería ser un obstáculo. Según se analizó entre dirigentes cegetistas trás el acto, lo que importa es el documento y no lo que se dijo desde el palco, a lo que consideran solo folklorico.
Más allá de la protesta en sí misma, los cegetistas buscarán capitalizar el paro en el río revuelto que es el peronismo. Marginados hace más de dos décadas de las decisiones y de la estrategia política del PJ, buscarán ahora volver a ser actores de peso en el rearmado de la principal fuerza política de la oposición. Quieren pararse como el polo que aglutine al sector anti K del justicialismo.
Habrá que esperar para ver cómo les sale la jugada tras un reposo de exactos 1.578 días. Para remontarse a su anterior paro hay que ir cuatro años y casi cuatro meses hacia atrás. Fue contra Mauricio Macri. Alberto Fernández se fue invicto de paros generales.w