Lo mejor y lo peor de los Emmy
“Succession” y “The Bear” fueron las grandes ganadoras. Las curiosidades, las emociones y los perdedores.
Llegó tarde y sin demasiadas sorpresas. Tras las huelgas de los sindicatos de guionistas y actores, los Premios Emmy finalmente pudieron entregarse. Casi tres meses después de lo previsto, pero llegaron a destino. Y en la mayoría de los casos fueron a las manos imaginadas. Si bien el boca de urna daba a Succession como la máquina arrasadora de la noche, debió compartir la cima del podio con The Bear, una de las joyitas del streaming que se presenta como una serie más sobre gastronomía y en verdad es un viaje maravilloso al insondable universo de los vínculos humanos.
Así, en la 75°entrega de los galardones que destacan lo mejor de la TV estadounidense, hubo que hacer memoria porque como se iban a entregar antes, se premiaba a las producciones estrenadas entre junio de 2022 y mayo de 2023.
Succession, The Bear y Bronca fueron las grandes ganadoras de la gala, mientras The Last of Us, Better Call Saul, Ted Lasso, Only Murders in the Building y The Crown resultaron las mayores perdedoras de la gala realizada en Los Angeles.
El triunfo de Succession, con sabor a poco: 6 de 27
Succession estaba a la cabeza de las preferencias, no solo por la cantidad de nominaciones (27, seguida por The Last of Us con 24; The White Lotus con 23; y Ted Lasso con 21). Y se llevó seis galardones: serie dramática, actores protagónicos (Kieran Culkin y Sarah Snook), actor de reparto (Matthew Macfadyen), dirección y guion.
Si bien hubo sabor a gloria en el equipo de Succession, la cámara registró momentos en los que se vislumbraba la sensación a poco. Ganó (o empató), pero no fue goleada.
El conductor que no arriesgó, pero tampoco desentonó
La ceremonia en el Peacock Theatre contó con la conducción de Anthony Anderson, estrella de
Black-ish y Law & Order, que no desentonó, pero tampoco brilló. Igual, su performance le permitió despegarse del cómico Jo Koy, que una semana antes había decepcionado como anfitrión de los Globo de Oro.
Lo de Anthony Anderson fue diferente: once veces nominado a los Emmy estuvo, como mínimo, correcto. No fue innovador en el esquema de llevar las riendas de la noche, pero no generó sensaciones de malos tragos ni baches en una gala larga, con 27 estatuillas en danza y varios fragmentos especiales.