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Julio Rodríguez Granthon: “La violencia narco en Rosario se va a terminar cuando haya un solo líder”

Fue el principal proveedor de cocaína de Los Monos y está preso en la cárcel de Marcos Paz. Allí lo entrevistó Clarín como parte de un documental.

- Virginia Messi vmessi@clarin.com Federico Briem Stamm fbstamm@clarin.com

“La violencia narco en Rosario se va a terminar cuando haya un solo líder, cuando no existan más disputas por el poder y uno solo tome el control". Así, con una tranquilid­ad pasmosa, el peruano Julio Andrés Rodríguez Granthon (30) da su diagnóstic­o sobre el panorama del narcomenud­eo en la ciudad donde él supo meter 400 kilos de cocaína mensuales.

Preso desde 2019, vive actualment­e en un régimen de extremo control en el Complejo Penitencia­rio 2 de Marcos Paz. De él se dice que fue el principal proveedor de cocaína de “Los Monos”. Y Granthon no lo niega, ni mucho menos: “Bajo precio y una calidad del 93, 94 por ciento de pureza. Esa fue la clave de mi éxito", dice pero, claro, siempre es cuidadoso de hablar en pasado.

Del peruano Granthon se sabe poco y no es casualidad. El está convencido que cayó en desgracia cuando su nombre comenzó a sonar más fuerte dentro del mundillo narco rosarino y llegó a los medios. Y eso lo atribuye a un enemigo concreto: Eric Mancini, su antiguo proveedor, con quien terminó enfrentado por un cargamento que secuestrad­o por la Policía Federal.

“Si hoy recuperara la libertad, te digo la verdad, mantendría un perfil bajo. Ya no tengo esa mentalidad de andar en un buen auto. No. Preferiría caminar por la sombra”, asegura en la entrevista con Clarín, que debió ser autorizada por tres tribunales.

Su apego al bajo perfil como estrategia lo llevó a tener un nombre falso en las redes sociales: Matías Cabaña. “No era un alias, era un nombre artístico”, dice riendo.

Su historia no es la historia típica del narco argentino salido de las barriadas. Nació en Bella Vista, Callao, Perú, en 1993. Su padre es abogado y trabajo muchos años para la Marina de Guerra de su país. Su madre es ama de casa. “Ellos me aconsejaro­n que dejara esto. Pero yo ya soy mayor. Es un negocio que deja mucho dinero”, explica.

Granthon terminó la primaria, la secundaria y vino a la Argentina a los 18 años para recibirse de piloto civil. Y lo logró: hizo 40 horas de vuelo en Tierra del Fuego (para saber cómo manejarse con vientos fuertes) y 200 horas más en Funes, Santa Fe, donde se convirtió en piloto comercial.

Pese a su pericia, asegura que nunca piloteó personalme­nte una avioneta cargada de cocaína. Para eso ”tenía dos o tres pilotos”, admite. -¿Cómo terminaste en Rosario? -A los 21 años inicié una relación con una chica de Roldán. Por entonces trabajaba como remisero trucho en la zona Oeste de Rosario. Esta chica ya andaba en el narco menudeo y empecé a meterme en el tema. Arranque vendiendo 5 gramos, 10 gramos .... así estuve un año.

-Poca droga, para los volúmenes que usted llegó a mover años después...

-Si te manejas bien, vas creciendo. Pase a vender 100 gramos por semana, después un kilo por semana, después 10 kilos por semana. Poco a poco seguí creciendo. Yo era considerad­o un proveedor grande en Rosario: bajaba 400 kilos por mes... una cantidad importante. Lo malo es que, al estar en una categoría mayor, te haces de muchos amigos, pero también de muchos enemigos. -¿Alguno en particular?

-En los tiempos en los que vendía entre 10 y 15 kilos semanales yo tenía un proveedor. Ese proveedor se encuentra preso en Ezeiza, se llama Eric Mancini (así le dice, pero su verdadero nombre es Rodolfo Héctor Masini). Él cayó detenido en 2019 en la causa 'Coronas Blancas' en la que también estoy yo. Ese día, el del operativo, habíamos coordinado una entrega de dinero para que él me abastecier­a de cocaína. Pero la Policía Federal hizo los allanamien­tos y perdimos la droga y el dinero.

-¿Y eso los enfrentó?

-El me reclamaba por la mercadería perdida y yo quería recuperar el dinero. Pero yo soy más consciente de las cosas: en los negocios se gana y se pierde. Yo no accedí a darle el dinero, así que tuvimos diferencia­s desde ese día.

-Hoy son enemigos...

-De proveedor pasé a ser competenci­a. Una cosa que me decidió a dar esta entrevista fue precisamen­te denunciar como Mancini me incrimina tirando carteles con mi nombre. Me está tumbeando... así se dice 'tumbear'. ¿Qué logra tirando carteles con mi nombre? Mantenerme vigente. Y yo ya no quiero, ya dejé de hacer esas cosas. Hoy quiero reducir mi condena estudiando y trabajando. Y eso ahora también es un problema porque en este nuevo régimen de “alto perfil” no podemos hacer nada.

-¿Cuántas causas penales tenés?

-La primera que tuve fue en 2019 cuando me detuvieron con tres kilos de cocaína. A esa se le sumé “Coronas Blancas”. Me hice cargo y me unificaron las dos con una condena de 15 años Pero tengo pendiente una causa en el fuero federal y otra por el homicidio del pastor y ex concejal Eduardo Trasante. También se me acusa de balaceras, pero está todo armado por los fiscales y Mancini.

La entrevista con Granthon fue realizada a mediados de octubre en el marco del documental "Por qué sangra Rosario". Posteriorm­ente, el 27 de diciembre, fue condenado otra vez: el TOF 3 de Rosario le impuso 10 años de prisión como organizado­r de trafico de estupefaci­entes y unificó su condena en 21 años.

Este veredicto fue inédito porque, por primera vez, se condenó a un financista, Gustavo Shanahan, como partícipe de la banda. Le dieron 7 años de prisión. Shanahan había sido directivo de la terminal Puerto Rosario.

Aunque Granthon está directamen­te ligado con una facción de "Los Monos", asegura que tiene buena relación con Esteban Lindor Alvarado, históricam­ente enfrentado con la familia Cantero.

-¿Cómo empezó su relación con Los Monos?

-Mi acercamien­to fue con Guille Cantero a través de Eric Mancini, que era proveedor de Los Monos. Yo me volví proveedor de Los Monos y llegué a ser su principal proveedor. La relación con Alvarado es distinta: nos conocimos cuando nos trasladaro­n juntos de la cárcel de Piñero (Rosario) a una cárcel federal. Me llevo bien con los dos.

-Pero tenés más relación con Guille Cantero...

-Tengo una relación con Guille, pero nunca hicimos negocios juntos. Puede parecer raro, pero Guille no se dedica al narcotráfi­co.

-Se dice que tenías un grupo de sicarios a sueldo...

-... (Granthon piensa) Preferiría no hablar de eso porque es una causa que está en proceso. Pero, repito, yo gané clientes con el precio.

-¿Cuál es tu relación con la Policía?

-Nunca tuve relación con la Policía, y por eso me encuentro hoy donde me encuentro. Siempre preferí mantenerme alejado de hacer negocios con la Policía, aunque muchas veces se me presentaro­n oportunida­des de arreglar con jefes de distintas fuerzas. Pero nunca accedí.

-¿Tenés temor a que te envenenen?

-Ese temor existe, sí. Al haber sido un proveedor a gran escala siempre hay contrarios de que ofertan mucho dinero por uno. A mí me llegaron rumores de que ofertaban 100 mil dólares por mi vida. Siempre se quiere eliminar la competenci­a y yo era la piedra en el zapato de algunas personas. Yo era un estorbo para Mancini y quiso sacarme del medio. ■

Granthon llegó a vender 400 kilos de cocaína mensuales.

 ?? EMA FLAX ?? Preso desde 2019. El peruano Granthon en la entrevista, que fue autorizada por tres tribunales.
EMA FLAX Preso desde 2019. El peruano Granthon en la entrevista, que fue autorizada por tres tribunales.

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