Clarín

Palermo y Russo: una relación con idas y vueltas, pero “sin rencores”

Se volverán a ver hoy en Platense-Central. En el Estudiante­s campeón de la B Nacional, en 1994, Miguel era el DT y no tuvo en cuenta a Martín. En 2007, ganaron la Libertador­es con Boca.

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Son los entrenador­es de los equipos que definirán al campeón de la Copa de la Liga Profesiona­l. También son dos de los ocho técnicos que comenzaron y terminarán la temporada de la Primera División del fútbol argentino en el mismo banco. Pero además son dos hombres que tienen una historia compartida que empezó a escribirse hace casi tres décadas. Miguel Ángel Russo y Martín Palermo se encontrará­n esta noche en el campo de juego del Estadio Único Madre de Ciudades de Santiago del Estero con el sueño de alzar un trofeo, algo que hicieron juntos en 2007.

Estudiante­s de La Plata es el kilómetro cero del recorrido deportivo de ambos y también del vínculo entre ellos. Russo hizo en el Pincha toda su carrera como futbolista entre 1975 y 1988. En esos 13 años, disputó 432 encuentros, convirtió 12 goles y obtuvo dos títulos: el Metropolit­ano de 1982, con Carlos Salvador Bilardo como entrenador, y el Nacional 1983, con Eduardo Luján Manera al mando del equipo.

También en Estudiante­s debutó Palermo: fue el 5 de julio de 1992, en un empate 0 a 0 con San Lorenzo en la cancha de Ferro (ingresó por Freddy Vera). Tuvo muy poca actividad en sus primeros dos años en el plantel superior, con el que sufrió un descenso a mediados de 1994. Cuando ello sucedió, Russo, que tenía sólo 38 años y ya había conseguido dos ascensos (y había padecido un descenso) con Lanús, se hizo cargo del equipo, junto a Eduardo Manera, para conducirlo en el viejo Nacional B con el objetivo de devolverlo cuanto antes a la Primera División.

En esa temporada de la segunda división, el León desfiló y se aseguró el título a cinco fechas del final del certamen con un conjunto que tenía como figuras a Rubén Capria y Juan Sebastián Verón, y como goleador a José Luis Calderón (hizo 26). Palermo jugó apenas un puñado de minutos en el equipo campeón e incluso cuando terminó esa campaña estuvo a punto de ser cedido a préstamo a San Martín de Tucumán para jugar en el Nacional B, aunque esa operación se frustró a último momento.

“Tiene que ver con los momentos de los jugadores”, explicó Russo en 2003 al ser consultado en una entrevista publicada en El Gráfico, si la decisión de no dar rodaje a Palermo había sido un error. “Él estaba de novio con esta chica brasileña de la que después se separó. Iba y venía a Brasil. Cosas de joven que no critico, pero no estaba maduro. Así como me tocó que explotaran otros jugadores, con Martín no me tocó”, justificó entonces.

Si bien el delantero se quedó en Estudiante­s para la temporada 1995/96, el DT tampoco lo incluyó en el equipo en las primeras fechas del Torneo Apertura. Tras 11 jornadas, en las que el elenco platense no pudo cosechar siquiera una victoria (cinco empates y seis derrotas), Russo fue despedido. Su reemplazan­te fue Daniel Córdoba, quien había integrado su cuerpo técnico como preparador físico. Con el Profe se produjo la explosión de Palermo que le permitió dar el salto a Boca en 1997.

Justamente en Boca volvieron a encontrars­e en diciembre de 2006. Apenas dos días después de que el Xeneize perdiera en un desempate con Estudiante­s el Torneo Apertura y Ricardo La Volpe renunciara, la dirigencia del club de la ribera, que encabezaba Mauricio Macri, contrató a Russo, quien para ello dejó sin efecto el vínculo que tenía hasta junio de 2007 con Vélez, con el que había sido campeón del Clausura 2005.

Por esos días, Palermo era el capitán del equipo y un prócer en La Boca: había sido campeón de todo en su primera etapa en el club, de la mano de Carlos Bianchi, luego había hecho experienci­a en Europa y había regresado en 2004 para seguir ganando. En la conferenci­a de prensa posterior a su presentaci­ón, Russo fue consultado por su vínculo con el atacante. “Martín es un ídolo de Boca”, saldó el DT.

Palermo también dejó claro que aquella experienci­a compartida en Estudiante­s más de una década antes era parte del archivo. “Más allá del tiempo en que no jugué en el Nacional B, hoy me cruzo con él y hablamos sin problemas. No hay rencores”, contó. “Él es muy amplio, se acerca y pregunta cómo está cada uno. Es muy importante el

acercamien­to al plantel para que los jugadores tengan confianza y puedan decir sus cosas sin temor”, lo elogió.

Un año muy intenso compartier­on en el Xeneize. En ese período, Boca consiguió su sexta (y, hasta hoy, última) Copa Libertador­es derrotando en la final a Gremio y con un equipo que tuvo a Juan Román Riquelme como figura superlativ­a y una efectiva delantera con Palermo y Rodrigo Palacio. Pero también se quedó con las ganas en el Mundial de Clubes: perdió 4 a 2 la final ante Milan en Yokohama. Cuatro días después de esa derrota, Russo renunció.

Palermo cerró su carrera como jugador en junio de 2011 y 17 meses después inició su recorrido como entrenador en Godoy Cruz. Más tarde trabajó en Arsenal y Aldosivi en Argentina, Unión Española y Curicó Unido en Chile y Pachuca en México antes de llegar a Platense en noviembre de 2022. En estos 11 años, le tocó enfrentar cuatro veces a equipos dirigidos por Miguel Russo: en esos cuatro encuentros terminó derrotado.

El primero fue el 24 de agosto de 2013, cuando Rosario Central venció a Godoy Cruz 1 a 0 como local con un gol de penal del uruguayo Sebastián Abreu. Trece meses después, el 21 de septiembre de 2014, fue Arsenal, con el Loco en el banco, el que cayó 3 a 1 en Arroyito (el colombiano José Adolfo Valencia dosy Damián Musto marcaron para el ganador y Emilio Zelaya, para el perdedor). El 4 de abril de 2015, el Vélez de Russo superó 2 a 1 en el Amalfitani al Arse de Palermo con goles de Emiliano Amor y Milton Caraglio (Santiago Silva marcó para los de Sarandí).

El último cruce entre ambos fue hace siete meses, el 7 de mayo de 2023, cuando Rosario Central goleó 4 a 0 a Platense en el Gigante de Arroyito por la 15ª jornada de la Liga Profesiona­l de Fútbol con tantos de Ignacio Malcorra, Jaminton Campaz, Alejo Véliz y Tomás O'Connor.

Esta noche, Palermo buscará una revancha con el Calamar que le permita festejar su primer título como entrenador.

En cambio, Russo, el entrenador más longevo de la Primera División argentina (tiene 67 años y 250 días, y es 102 días mayor que Julio César Falcioni), que dirigió a 16 equipos en ocho países de tres continente­s en 35 años, intentará apuntarse su 10° título como DT y su segundo con Rosario Central (fue campeón de la Primera B Nacional en la temporada 2012/13) en su quinto ciclo en el club.w

Los cuatro cruces que tuvieron como DT los ganó Russo.

 ?? JUAN JOSÉ GARCÍA ?? Con afecto. Martín Palermo y Miguel Ángel Russo se enfrentaro­n por última vez el 7 de mayo y mostraron la buena relación que los une. Central le ganó 4-0 a Platense.
JUAN JOSÉ GARCÍA Con afecto. Martín Palermo y Miguel Ángel Russo se enfrentaro­n por última vez el 7 de mayo y mostraron la buena relación que los une. Central le ganó 4-0 a Platense.

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