Beatifican a un cardenal amenazado por la Triple A
Desde hoy la Iglesia argentina contará con un nuevo beato, el peldaño anterior a la santidad. Se trata de cardenal Eduardo Pironio, quien murió en 1998, tras haber asumido con fuerza la renovación que inició la Iglesia con el Concilio Vaticano II y que implicó una apertura al mundo y las nuevas realidades y un mayor compromiso con los pobres. La ceremonia de beatificación se realizará desde las 11 en la plaza Manuel Belgrano, en Luján, frente a la basílica. Será presidida por el cardenal español Fernando Vergéz, actual gobernador de la Ciudad del Vaticano y durante 23 años secretario privado de Pironio. Entre otros, concelebrará el presidente de la Conferencia Episcopal, el obispo Oscar Ojea.
La apertura de su causa de beatificación fue aceptada en 2006 y en 2022 el Papa Francisco lo reconoció Venerable, restando la comprobación de un milagro de Dios por su intercesión para ser declarado beato. El 8 de noviembre pasado el pontífice aprobó el milagro: la curación de un niño de 15 meses que estaba en coma profundo.
El haber encarnado los nuevos aires eclesiales -que incluyó una versión evangélica de la Teología de la Liberación- le costó a Pironio que en 1975, siendo obispo de Mar del Plata, tras el asesinato des una de sus principales colaboradoras, ser amenazado de muerte por la Triple A. El Papa Pablo VI decidió trasladarlo a Roma.
Fue prefecto de la Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares del Vaticano y presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, cargo desde el que creó la Jornada Mundial de la Juventud. ■