Villarruel le contestó a la CGT y reclamó no empezar conflictos
Salió al cruce de la advertencia de los gremialistas de que no se quedarán con “los brazos cruzados” ante el ajuste. Les pidió que actúen con prudencia.
Un día después del fuerte pronunciamiento de la CGT, que advirtió que no se quedará de “brazos cruzados” ante el impacto de las medidas de ajuste económico dispuestas por el ministro Luis Caputo, el Gobierno salió al cruce de la amenaza y reclamó prudencia a la dirigencia sindical para evitar alimentar un escenario de mayor conflictividad social.
Sorpresivamente fue la vicepresidenta Victoria Villarruel el puntal del flamante oficialismo para responder el desafío de los gremios que en campaña respaldaron la candidatura de Sergio Massa y rehuyeron los cuestionamientos al ministro ante la crítica situación económica y la aceleración inflacionaria. “No hace falta empezar con agresión y conflictividad social”, reclamó Villarruel tras el planteo de la cúpula cegetista.
La titular del Senado pidió, además, que la central obrera sea “lo suficientemente prudente para esperar que se tomen las medidas y no adelantarse” con amenazas de protestas.
“El gobierno es un gobierno de cuatro días así que la CGT espero que sea lo suficiente prudente para esperar que se tomen las medidas y además no adelantarse. No hace falta empezar con un grado de agresión o de conflictividad social sobre algo que todavía no se explicitó en los hechos”, dijo Villarruel en declaraciones realizadas en la Casa de Gobierno tras participar de la reunión de gabinete.
La conducción de la CGT se reunió de urgencia el miércoles para evaluar los anuncios económicos del Ejecutivo. A través de un documento consensuado entre todos los sectores internos, consideró que las medidas “no ajustan a la denominada casta, como prometió (Milei) en la campaña , sino que recaen en el pueblo” y “dinamitarán el poder adquisitivo salarial y jubilatorio”, por lo que adelantó que el movimiento obrero “no se quedará de brazos cruzados”. “La sociedad argentina no está ante un plan económico sino ante medidas desordenadas de ajuste”, sostuvo la central obrera.
No obstante, los gremialistas evitaron avanzar con la definición de protestas o medidas de fuerza. Esa decisión constituyó una respues ta directa a un pedido expreso que el propio Milei le hizo llegar la semana pasada a la cúpula sindical a través del ministro del Interior, Guillermo Francos. Apenas unos días antes de la asunción del presidente, el funcionario se reunió en reserva con un grupo de dirigentes en la sede de la Uocra y les reclamó “ayuda” para contener un escenario de fuerte conflictividad social ante las medidas que preveía anunciar el Ejecutivo, segun confiaron a Clarín dos gremialistas de participaron de esa charla.
Villarruel justificó ayer las medidas anunciadas por Caputo al advertir que se está “arrastrando una herencia sumamente dura” y señaló que son “20 años de una situación profundamente difícil para el pueblo argentino”. “Magia no podemos hacer en cuatro días”, indicó.
Y agregó: “Estamos arrastrando una herencia sumamente dura, que son 16 años de desmadre, así que es lógico que eso impacte”.
Desde la CGT consideraron que las medidas del Gobierno llevarán el índice inflacionario mensual a un parámetro de entre un 20% y un 30% durante los próximos 4 meses, un escenario que -remarcaron- si no es acompañado por políticas destinadas a compensar ese impacto sobre los ingresos de trabajadores y jubilados, “pondrá a millones de argentinos y argentinas en una situación socioeconómica desesperante, sin garantías de poder acceder a sus necesidades básicas”.
Héctor Daer, miembro del triunvirato de conducción de la central, criticó la falta de medidas de contención. “Es muy desprolijo todo, no hay un plan y eso genera mucha preocupación”, dijo el sindicalista y advirtió que “si los salarios y las jubilaciones son pisados, vamos a actuar” .