Madera en altura: cuánto falta para construir edificios en Argentina
El sector maderero estima que entre un 5 y 10% de las viviendas nuevas son de madera. Pero no existen todavía obras de varios pisos.
En todo el mundo hay 139 edificios de gran altura de madera maciza, de 8 pisos o más, según registros del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH) a febrero de 2022, en estado de proyecto o construcción.
La gran mayoría de estos proyectos están en Europa y América del Norte. Pero también hay casos en América Latina, con obras en marcha y proyectos en Chile, Uruguay, Brasil, Perú y México.
A pesar del gran desarrollo que hubo en la última década, Argentina todavía carece de nomenclatura estandarizada, políticas públicas y capacitación, entre otros obstáculos. FAIMA (Federacion Argentina Industria Maderera y Afines) y sus cámaras trabajan para allanar el camino para construir en altura con madera en nuestro país.
En general, la construcción con madera ofrece estándares exigentes en cuanto a sostenibilidad del medio ambiente y bienestar de las personas y su entorno. El Mass Timber (madera maciza) permite levantar edificios de más de seis plantas usando exclusivamente materiales compuestos por capas de madera de grado estructural. “Este material apunta a soluciones de construcción prefabricadas que abordan los problemas ambientales y la baja productividad del sector de la construcción. Es un excelente sustituto ecológico a los materiales y sistemas de construcción intensivos en carbono, como el hormigón y el acero. Además, la madera genera menor cantidad de emisiones de dióxido de carbono durante su producción y posee la capacidad de secuestrar carbono hasta 0,5 tonelada por m3 de biomasa”, explica Daniel Vier, secretario general de FAIMA.
El Mass Timber se puede utilizar solo o como material complementario a estructuras livianas o tradicionales. Por eso, “creemos que es el material del futuro y una alternativa de construcción que sustituirá al hormigón y al acero ya que se puede utilizar como componente principal de un edificio de varios pisos”, continúa.
Según explica Vier, “en el mundo esto ya es algo notorio y muy habitual, incluso en varios países de la región ya hay proyectos de este tipo”. En Argentina “hay proyectos por concretarse”, anticipa. Además, destaca “un significativo aumento” en la construcción de viviendas con sistemas de entramado de madera: “Estimamos que entre un 5 a 10% de las obras nuevas se hacen con madera y un 20% con otros sistemas de construcción en seco”, detalla Vier.
Pero, a pesar de este crecimiento sostenido, todavía existen muchas trabas que entorpecen el despegue definitivo, como son los factores culturales y educacionales que limitan la adopción de las construcciones con madera, además de la falta de reglamentaciones municipales.
“El conocimiento técnico de los profesionales de la construcción sobre el material es - en la mayoría de los casos - incipiente. Subsiste una percepción negativa que todavía algunas personas tienen sobre su durabilidad y resistencia. El mercado de la construcción con madera en Argentina ha crecido en los últimos años, pero todavía hay algunas trabas que deben resolverse para alcanzar su pleno potencial”, acota Vier.
Para traccionar su desarrollo, “es necesario que las personas estén informadas sobre las ventajas de la construcción con madera y las técnicas y sistemas que existen”, plantean desde el sector. Y que los profesionales puedan capacitacitarse para diseñar, construir y mantener edificios con madera.
Mayor oferta de materiales y servicios va en el mismo sentido. “Los proveedores y fabricantes de materiales deben ofrecer una amplia variedad de productos y servicios que permitan construcciones eficientes, seguras y duraderas”, aseguran.
En ese sentido, “es fundamental garantizar un suministro adecuado de madera certificada y sostenible, así como promover la inversión en la industria maderera y la mejora de las prácticas forestales”, según FAIMA.
Regulación y normativas de construcción, por otra parte, deberían favorecer y fomentar la construcción con madera, pero también garantizar que las construcciones sean seguras y resistentes.
La cultura y la percepción social también son importantes porque influyen en la adopción y aceptación de un nuevo sistema de construcción como una opción conveniente.
El sector académico, a su vez, debería realizar más investigación en el uso de las diferentes especies de madera como material de construcción para garantizar su resistencia, durabilidad y rendimiento en diferentes contextos.
Para finalizar, Vier puntualiza: “Es importante destacar que cada país tiene sus propias condiciones y desafíos particulares. El desarrollo del mercado de la construcción con madera en Argentina dependerá de factores como la inversión en infraestructura, la educación y capacitación de profesionales, la conciencia ambiental y el impulso gubernamental hacia la sostenibilidad. Sabemos que el mercado de la construcción con madera en Argentina tiene un potencial significativo debido a sus recursos forestales, los beneficios sostenibles de la madera y su versatilidad en el diseño. Si se promueve adecuadamente, Argentina puede consolidarse como un actor importante en el uso de la madera en la construcción en la región”.