Un monstruo emerge de la Laguna Esmeralda
Una instalación monumental con forma de reptil recupera una leyenda guaraní y la transforma en ícono urbano en San Nicolás.
Desde lo alto de la barranca, el Yaguarón, con sus 90 m de largo, se inserta con naturalidad en el entorno y asume una escala monumental. De lejos, con su cuerpo bañado de escamas, su figura es inconfundible. A escala peatonal, la proximidad permite percibir un segundo nivel de detalle, de sensaciones, de reflejos y de sombras. Percepciones dinámicas que se ven reforzadas al recorrer esta gran instalación por dentro, subir hasta la cabeza a 7 metros de altura y observar el paisaje desde lo alto.
El Yaguarón es una criatura mitológica inspirada en una leyenda guaraní. Se lo conoce como una quimera con cuerpo de reptil y cabeza de perro. Al elegir un mito local, muy representativo de San Nicolás, el Yaguarón fue adoptado rápidamente como un nuevo símbolo de la ciudad.
Sus 90 metros de largo albergan un espacio lúdico repleto de atracciones: trepadoras, escaleras, toboganes, hamacas, redes, sogas, juegos de equilibrio, plataformas colgantes y bloques de cemento para trepar.
El Yaguarón tiene parte de su cola sumergida en la laguna: bloques de hormigón y palos de madera permiten treparse y subirse a la estructura metálica. La cola cilíndrica va adquiriendo una forma reptiliana mientras se esquivan cuerdas o se trepa por redes laterales. También son trepadoras las patas traseras.
El abdomen, que funciona también como ingreso, se transforma en un gran espacio con una escalinata de plataformas y pasarelas de redes. El cuerpo toma una fuerte pendiente hacia las patas delanteras y termina en la cabeza, con su lengua: el tobogán principal.
Las escamas multicolor tamizan la luz y forman una bóveda onírica y tornasolada. El recorrido comienza casi plano y, a medida que nos acercamos a la cabeza, se va incrementando la dificultad en las acciones de trepar aumentando la emoción al llegar al punto más alto del Eco Parque. Antes de deslizarse a toda velocidad para volver a encontrarse fuera del monstruo.«