Una escuela de moda más un paseo cultural y comercial
El complejo proyectado por alumnos de la Universidad de Belgrano enlaza áreas públicas, semipúblicas y privadas, y busca convertirse en un nuevo punto de referencia que active la zona de Colegiales.
Memoria descriptiva
El objetivo principal fue crear un complejo arquitectónico que combine y articule a través del recorrido aspectos culturales y comerciales y, a su vez, los vincule con la Escuela de Moda. Por sus características arquitectónicas y su propuesta urbanística, el complejo, que enlaza áreas públicas, semipúblicas y privadas, busca convertirse en un nuevo punto de referencia que refuerce la zona de Colegiales. Esto implicó la generación de espacios vacíos protagónicos. Estos vacíos son la base estructural, conectando funciones o sirviendo como extensiones de los espacios interiores. También, el foco estuvo puesto en áreas interiores que fomenten la integración, la expansión y la flexibilidad.
Se decidió desarrollar el proyecto bajo el concepto del cuerpo humano, tratando a la pasarela como si fueran las arterias que conectan el cerebro (la escuela), el corazón (the box) y los pies (la infraestructura). Fue una oportunidad interesante para investigar la tarea de las partes que nos componen y volcarlas en un espacio que transforme esta función interna en una experiencia externa.
Es un complejo de moda que trabaja el concepto de la persona y lo involucra en la arquitectura. En “Us”, el usuario es el protagonista, los espacios están pensados para que la experiencia del recorrido sea rica en sí misma. Hay actividades en planta baja, en exteriores e interiores, hay espacios elevados, espacios de transición que son multifunción y espacios que son simplemente eso, espacios, para que el usuario pueda darle la función que necesite, haciendo a la adaptabilidad una fortaleza del complejo. La totalidad del proyecto se encuentra atravesada por pasarelas elevadas que conectan y aportan visuales distintas a la persona.
El complejo incluye una escuela de moda y arte (MDA: Moda, Diseño y Arte). La morfología de la escuela se pensó a partir de cinco módulos cuadrados, los cuales conforman un volumen rectangular de 4 niveles; una sustracción conecta los talleres a modo de franja de vidrio que permite ver el interior. La pasarela se incorpora a la escuela y genera un recorrido interno relacionado al externo.
“The box” es un objeto ajeno al entorno, puesto en el espacio casi como un extraño en el lugar. La pasarela y la vegetación contrastan con la morfología pura del centro multifunción. A nivel interior, el espacio se mantiene amplio, la intención principal es que sea un lugar flexible y adaptable que promueva las experiencias variadas. Es el corazón de Us, un centro cultural que permite la libre expresión.
Comentario de la Cátedra
El grupo conformado por los alumnos Javier Abuawad, Belén Beber, Lucía Molinos y Clara Schinocca parte de una premisa: entender que es desde la arquitectura que se “hace”, esto es, se conforma, la ciudad. Son entonces los edificios, a través de sus escalas y proporciones relativas, sus envolventes, y los vacíos entre los edificios, los que definen el carácter de un sector urbano.
Así, y con la intención de generar un polo urbano que articule áreas heterogéneas y disgregadas del barrio de Colegiales, surge este proyecto que conjuga actividades comerciales, gastronómicas y culturales. El desafío no es menor: en la zona conviven viviendas de buen nivel económico, instituciones educativas, instalaciones deportivas, el Mercado de pulgas y hasta plantas transformadoras de electricidad. En esos términos, la implantación, el tratamiento de los bordes urbanos, las gradaciones espaciales entre espacios públicos, semipúblicos y privados, y el singular diseño de los espacios exteriores fueron, sin duda, puntos significativos de anclaje en el contexto y su resignificación. Pero también lo fueron la particular interpretación y el completamiento con el que encararon el programa dado por la cátedra.
La decisión de referir metafóricamente al cuerpo humano y trabajar con un “corazón” (el espacio the box) permite pensar en todo un sistema circulatorio (sangre/recorridos peatonales) que funciona como argumento primero de la propuesta. Serán entonces los “paseos arquitectónicos” interiores y exteriores los articuladores obligados entre lo urbano y el conjunto edilicio proyectado, y, sobre todo, entre las muy distintas partes del mismo conjunto. Por esta vía, lo disímil queda integrado conformando un conjunto/montaje orgánico.
A partir de esta idea-fuerza se resuelven las demás variables: consideraciones funcionales y lógicas de recorridos, propuesta estructural, materialidad y lenguaje, planteos de posibles soluciones técnicas... se coordinan en beneficio de la totalidad.«